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Del modelaje a las calles y viceversa, la historia de Viviana

La música comenzó a sonar desde las 3:00 de la tarde del sábado y decenas de personas se guardaban un lugar cerca de los reflectores y de la pasarela de 20 metros que subía hasta una tarima.

En el segundo piso del centro comercial una multitud de cámaras intentaban acceder al camerino, donde seis modelos de pasarela eran ataviados por ayudantes e inundados con ropa de nuevas colecciones.

Allí encontramos a Viviana, ‘La Flaca’, mujer trigueña de rasgos afilados, cabello liso, negro, frente amplia y con una actitud altiva pero sencilla, que parecía tener bajo control la ansiedad de desfilar ante la concurrencia.

“Me siento lista, estoy lista, fueron semanas de mucho ensayo disciplina con la comida, el buen sueño”, dijo apresurada mientras algunos asistentes retocaban su maquillaje.

No era la primera vez que participaba de un desfile de modas y nos pareció una veterana de las pasarelas cuando reveló que “yo ya había trabajado en esto, ya estuve en el modelaje durante 12 años”.

‘La Flaca’ vive en la indigencia, en la calle 12 con carrera 19, en la zona denominada Cinco Huecos. A pocos minutos de iniciar su presentación recordó que “pasé del modelaje a las calles por la droga, todo fue por eso”.

Pero esa declaración no era reveladora, pues Viviana se alistaba para compartir tarima con algunos de sus amigos: ‘Carracas’, ‘El Negro’, ‘Soldado’, ‘Pilar’ y ‘El Flaco’, seis habitantes de calle que lograron romper la alcurnia y la frivolidad de un desfile con cariño y ganas de volver a comenzar.

“La feminidad siempre se mantiene, no he perdido mi toque femenino, gracias a Dios eso se mantiene”, sonrió.

La vida que escogió o de la que fue víctima (nadie podría juzgarla) la llevo a alejarse de su familia. Con 36 años tiene hijo, nieto, madre, una familia.

“Son la inspiración de mi vida, son las bases de mis valores humanos. Su recuerdo me ha permitido no tocar fondo”, aseguró Viviana.

La historia de los habitantes de calle que terminaron modelando con todos los artilugios de una ostentosa ceremonia comenzó hace algunas semanas cuando dos personas, Jorge Villalobos y Violeta Neisa, directivas del centro comercial aledaño a Cinco Huecos salieron a la calle con un termo de tinto, convencidos de que las pequeñas acciones logran grandes obras.

Violeta, de profesión periodista, nos recibió en una oficina cuya ventana deja ver la Calle 13 y unos garabatos escritos en ella con los nombres de quienes se convirtieron en parte de su familia.

Allí nos explicó que “cuando yo los vi a ellos, sentí la necesidad de estar allí, fue amor a primera vista, pero cómo nos vamos ayudar si estamos viviendo y conviviendo en un mismo espacio”.

Su primera idea fue básica “yo dije, de allá para acá les voy a tener perfectamente aseado y lindo, y me respondieron: Pues nosotros de aquí para allá les vamos a mantener todo perfectamente limpio, y al otro día ya estábamos trabajando”.

Jorge Villalobos, Gerente del Centro Comercial Sabana Plaza, añadió que el proyecto “surgió como una necesidad pero se ha convertido en una obligación. Tenemos una comunidad bien compleja y estamos tratando, no de solucionar el problema sino de incluirlos dentro de nuestro día a día y lo hacemos bien, hay mucho cariño y aunque para muchos sea una locura es un trabajo con mucha pasión”.

Ese camino de integrar a los habitantes de la calle, en lugar de intentar sacarlos, tendría este fin de semana el mayor de los símbolos con la presentación de los nuevos modelos.

Y comenzó la pasarela pasadas las 4:00 de la tarde, luego de escucharse versiones de ópera como antesala al espectáculo principal, al que dio paso Jorge Villalobos, quien en varios momentos no pudo contener las lágrimas de emoción. El lugar estaba atiborrado de almas,

“En estos momentos vamos a recibir en pasarela a seis modelos de personas, vamos a tener en pasarela al ‘Negro’, a Viviana, al ‘Soldado’, a ‘Pilar’, a ‘Carracas’ y al ‘Flaco’”, resonó la voz conmovida en el sistema de sonido instalado para la ocasión.

Uno a uno desfilaron prendas correspondientes a las colecciones de seis casas de moda que se unieron a la causa. Desde la punta de la pasarela la ‘Flaca’ pudo ver a algunos de sus amigos aún en la calle, mientras llovía en la Bogotá del centro.

“Me dan nostalgia de pronto asomarme a la ventana y ver que está lloviendo y ver que ellos están afuera, un poco de tristeza por ellos pero también hay sueños de poder ayudarles”, dijo Viviana.

No hay datos oficiales pero se habla de algo más de 2 mil habitantes de calle en las zonas aledañas a la vieja Estación de la Sabana, la historia de la ‘Flaca’ Viviana, podrá servir tal vez para que no se les apague la esperanza.