Dos personas distintas y un solo Político verdadero

Es por eso que a pesar de colindar en vertientes ideológicas opuestas, el chavismo y el uribismo comparten más cosas en común de lo que parece.

Una de las tantas cosas que comparten es el método para ganar elecciones: cambian la Constitución para reelegirse, escogen a dedo a sus sucesores, demonizan a los adversarios políticos y crean enemigos poderosos para atemorizar al votante (Estados Unidos, las Farc, etc.)

Pero las coincidencias van más allá pues el chavismo y el uribismo han introducido una innovación política sin precedentes en la historia del caudillismo latinoamericano.

Se trata de incluir en el discurso político mensajes con inspiración en el cristianismo. Pero, ¿para qué mezclan religión y política?

Básicamente, lo hacen para avivar el apoyo de sectores populares que no ven en los sucesores de Chávez (Maduro) y Uribe (Zuluaga), políticos carismáticos que generen credibilidad y confianza.

Así, el madurismo en Venezuela o el naciente zuluaguismo en Colombia, son el resultado de combinar la mística cristiana con la ideología política de un caudillo que no pudo mantenerse en el poder presidencial.

El madurismo por ejemplo, apela a la creencia cristiana sobre la omnipresencia de Dios, para decir que Chávez se manifiesta hasta los en pajaritos y los túneles por donde transitan los trenes.

El zuluaguismo en cambio, utiliza fragmentos del rezo cristiano más conocido (el Padre Nuestro) como lema de campaña para decir que el legado de los tres huevitos de Uribe será “por los siglos de los siglos”.

Esta estrategia será efectiva en tanto pueda ser plasmada en los ritos de la democracia. Es por eso que en Venezuela, las próximas elecciones locales del 8 de diciembre, contarán con una foto de los ojos de Chávez en el tarjetón electoral. Con esto se busca mostrar que Chávez está ahí, siempre presente.

Ni que decir de la fecha de las elecciones pues “coincidió” con la última vez que Chávez se dirigió públicamente al país para anunciar que su sucesor sería Nicolás Maduro.

Lo mismo ocurre en Colombia donde se está batallando para que el Consejo Nacional Electoral apruebe la foto de Uribe como logotipo de un Partido Político que lleva su nombre mismo: el Uribe Centro Democrático.

Es por eso que en Venezuela y en Colombia, habitan dos personas distintas y un solo Político verdadero.

En Twitter: @Velasco_Juan