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Durero, primer artista en estudiar el ideal del cuerpo femenino

Durero fue el primer artista en consagrar su atención al ideal del cuerpo femenino, como muestra su "Adán y Eva", en una enorme exposición del Museo Städel de Fráncfort, que recoge 200 obras del máximo representante del Renacimiento alemán.

La exposición titulada "Durero: Arte-Artista-Contexto", que se puede visitar desde este miércoles y hasta el 2 de febrero del próximo año, presenta el trabajo de Alberto Durero en el contexto de su época a través de tablas, lienzos, dibujos a mano y libros ilustrados por el artista alemán.

La exposición también incluye 80 obras de otros artistas precursores y contemporáneos de Durero y de algunos de sus alumnos como Martin Schongauer, Hans Baldung Grien, Hans von Kulmbach, Jacopo de' Barbari, Giovanni Bellini, Joos van Cleve y Lucas van Leyden.

Todos ellos proporcionan una aportación decisiva al Renacimiento del norte de Europa y al entendimiento en aquel momento de los artistas italianos, más influidos por temas de la antigüedad clásica, de la mitología y de los secretos de las medidas ideales del cuerpo.

Familia de orfebres

Alberto Durero, en alemán Albrecht Dürer, nació en Nürnberg en 1471 en una familia de orfebres y aprendió desde los diez años la profesión de su padre, un orfebre húngaro que había emigrado a Alemania, se había casado con la hija de su maestro y dirigía un próspero taller de orfebrería.

Pero posteriormente Durero optó por la pintura, que aprendió en el taller de Michael Wolgemut, también en Nürnberg. Los conocimientos de orfebrería y el dominio del punzón se dejan ver en los grabados de cobre y madera que realizó con gran dominio técnico y artístico.

Las estancias de Durero en Italia y Holanda ampliaron su perspectiva artística y le abrieron nuevos mercados.

En la exposición se puede ver tanto el grabado en cobre "Adán y Eva" (en alemán Adam und Eva) de 1504 como una copia a cargo de su alumno Hans Baldung Grien de las dos tablas separadas de 1507, cuyo original forma parte de la colección del Museo del Prado.

Durero fue el primero que prestó atención al estudio del cuerpo femenino, ya en obras como "Cuatro mujeres desnudas" (1497) y posteriormente en "Adán y Eva". El artista quería ofrecer las proporciones de forma racional y para ello se desprendió de la mera geometría a través de proporciones más detalladas.

El legado de Durero en este campo se encuentra en "Cuatro libros de la proporción humana", que han influido en la teoría del arte durante los siguientes siglos.