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El Papa Francisco llega a Jordania e inicia gira por Medio Oriente

El Papa Francisco aterrizó este sábado poco antes de la una de la tarde, hora local, en el aeropuerto Queen Alia de Ammán, en Jordania, primera etapa de su visita de tres días a Tierra Santa que incluye también Belén, en Cisjordania, y Jerusalén.

El papa argentino, que pidió simplificar la ceremonia de bienvenida con las que tradicionalmente se acoge a los pontífices, fue recibido por representantes del reino de Jordania así como por autoridades religiosas, entre ellas el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, y el custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa.

El jefe de la Iglesia católica llegó en un vuelo de Alitalia acompañado por una delegación de unas 30 personas, además de cerca de 70 periodistas.

Al descender del avión, un niño, vestido con el traje tradicional beduino, le donó un ramo de flores, entre ellas orquídeas, símbolo del reino de Jordania.

El príncipe Ghazi ben Muhammad acogió luego a Francisco en una sala del aeropuerto donde le ofreció una taza de café árabe.

Grupos de jóvenes se agolparon a la salida de aeropuerto para asistir a la llegada del papa latinoamericano en su primer viaje a Medio Oriente.

Banderas de Jordania, de color verde, negro y blanco, junto a las amarillas y blanco del Vaticano adornaban el recorrido por donde pasará el pontífice.

Francisco subió luego a un automóvil blanco en dirección al palacio real de Ammán para una visita de cortesía al rey Abdalá y a la reina Rania de Jordania. A continuación se reunirá con las autoridades del reino de Jordania y pronunciará su primer discurso.

Hacia las cuatro de la tarde celebrará una misa en el estadio internacional de Ammán y a las siete de la noche visitará el lugar donde según la tradición fue bautizado Jesús, en el río Jordán.

"Trae paz y amor al mundo árabe", confesó emocionada la hermana Raquel, una monja jordana de 77 años, quien llegó desde la pequeña ciudad de Madaba con una comitiva de siete autobuses para asistir a la misa en el estadio de Ammán, con capacidad para unas 25.000 personas.

Uno de los momentos más delicados y conmovedores de la primera jornada será el encuentro con refugiados sirios e iraquíes y jóvenes discapacitados ante los cuales pronunciará su segundo discurso.