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El “Viacrucis” del secuestro

Cada familiar de un secuestrado lleva siempre su cruz y la ausencia de un ser querido es una crucifixión eterna.



No solamente está secuestrado a quien se llevaron, sino que toda su familia es cautiva del miedo y la incertidumbre de saber que ha pasado con su ser querido.

Para el familiar de un secuestrado no hay Navidad, ni Año Nuevo y todas las semanas serán de pasión y el viacrucis eterno.

La palabra fe no hace parte de un ritual de estas celebraciones, es la palabra más fuerte para los secuestrados y sus familias, es la única que no pueden desechar jamás, es la palabra más repetida por todos los familiares que envían mensajes a través de la Noche de la Libertad de RCN La Radio.

Esperanza y fortaleza son las otras expresiones usadas recurrentemente por quienes envían los mensajes, pero paradójicamente son las que más falta les hace a los familiares que no tienen noticias de los suyos.

“Y SI NOS ESTÁ ESCUCHANDO”

Siempre inevitablemente en este programa que se emite los domingos desde las once de la noche, pedimos a los familiares que envíen un mensaje por si su ser querido los está escuchando, a pesar de que fueron secuestrados hace 5, 15, 20 y hasta 30 años.

Un auténtico viacrucis es lo que vive la familia Jalbin, pues Graciela fue secuestrada por hombres al mando de alias El Mono Jojoy en el departamento del Huila, hace 30 largos y dolorosos años.

Enviar mensajes después de tanto tiempo es un verdadero acto de esperanza y la íntima reivindicación de la idea que su familiar sigue viva.

Patricia se comunica desde el centro poblado de Zuluaga en el Huila para decir que si su hermana la escuchara, “si hubiera alguna posibilidad”, quisieran decirle que necesitan saber de ella.

“Sería maravilloso que llamara a mi mamá, pues queremos saber después de tanto tiempo que pasó con ella” dice su hermana Patricia y cuando le pregunto cómo se la imagina, me dice que “gordita como sus hermanas, pero bonita”.

Y aparecen las madres fuertes que se han puesto al frente de la búsqueda, como doña Rita Polo, que reclama por la liberación de su hija Rita Flórez secuestrada hace 20 años en una finca ubicada en la vereda Cabaña, de Garzón Huila.

Ella insiste en lo mucho que hace falta y cuando se le pregunta por el mensaje para ella si nos está escuchando, se le quiebra la voz y sólo puede decir entre lágrimas, “que la esperamos con los brazos abiertos”.

Desde febrero de 2003 está secuestrado el comerciante Jhon Fernando Ramírez y su esposa Fanny Estela Pineda sigue esperando “cualquier tipo de noticia” sobre su suerte y su paradero.

Han pasado quince años del secuestro de Jhon Fernando y en La Noche de la Libertad su esposa le repite que “si la está escuchando, quiere decirle que su familia lo ama mucho, que sigue siendo una persona especial, que tienen loe mejores recuerdos y añoran que esté acá y regrese porque hay muchas cosas que contar y vivir y que hay un vacío muy grande sin él”.

Hace cinco años fue secuestrado en el Huila el conductor Hernán Romero Conde y hasta el momento no ha habido ninguna prueba de supervivencia. Su mamá Luz Nelly le pide a sus secuestradores que digan que ha pasado con su hijo y si “me está escuchando, que yo lo quiero mucho, lo amo, lo extraño, me hace mucha falta y que lo estamos esperando para verlo, porque no sabemos nada desde que se lo llevaron”.

Y también cumple la cita don Guillermo Parra para pedir la liberación de su hijo Alberto, secuestrado en El Cauca mientras intentaba el ascenso al Nevado del Huila y su mensaje esta noche habla de un “viejo verraco” que sigue esperando a su hijo para que venga a ayudarle en “los oficitos” de la finca del municipio cafetero del Pital en el Huila.

Su hermano Rubén Parra le dice a su hermano secuestrado “que lo están esperando para ver las fotos de los paisajes bonitos de Colombia por dónde debe estar caminando”.


“GRACIAS POR PERMITIRME DEJAR ESTE MENSAJE

Hace un año que desapareció en cercanías de Dagua Valle el joven Haviv Ríos luego de terminar su bachillerato y no se sabe ninguna noticia de él, por lo que su madre Mabel Palacios califica que lo ocurrido “un misterio muy grande”.

Doña Mabel dice que tenía confianza con su hijo, pero algo “muy profundo y grave”, talvez relacionado con su actividad como mototaxista, le estaba pasando y al final no pudo conversar con él sobre el tema.

“Y si me está escuchando -y se repite una y otra vez esta frase- que si por la misericordia de Dios me está escuchando, ruego al Dios que todo lo puede que cada minuto te cuide, que te de alimento, salud y paz hasta que nos volvamos a ver y que lo que más anhelo es poder abrazarte y decirte cuanto te amo y cuanta falta me haces”.

El pasado mes de marzo se cumplió un año de su desaparición y doña Mabel le dice a Haviv a través de La Noche de La Libertad “que mientras tenga respiración, no dejará de rogarle a Dios que le permita volver a verlo o saber de su existencia”.


EL ETERNO CALVARIO

Suplicio y sufrimiento parecen ser palabras que tienen que ver con el drama cotidiano de los secuestrados que siguen mandando sus mensajes a través de la radio.

Doña Miriam de Mora le dice a su hijo Juan Camilo, secuestrado por las Farc el 19 de enero del 2006, que toda su familia lo espera para abrazarlo y compartir su risa y le habla de su hija para recordarle que “su muñeca está hermosísima y continúa esperando el regreso de su papito amoroso. El parecido contigo en la mirada, en los ademanes y en el subido de ceja es increíble y verla es ver un pedazo de ti”.

Doña Blanca Flórez es la madre Jesús Antonio Rodríguez , secuestrado hace 17 años y esta noche dice que está feliz porque dice que vio en sueños a su hijo y pudo hablar con él.

“Llegó con la ropa ajada y me dijo que tenía que ir a trabajar. Le pregunté porque venía así y me dijo que la selva es muy brava y acaba mucha ropa”, dice doña Blanca, al hablar del sueño que tiene hace 17 años de su hijo aparezca de pronto.

Desde el Valle doña Judith Casallas le habla a su “niña bonita” Mary Johana López para decirle que “ojalá Dios la bendiga y pueda sanar sus heridas, sus odios y sus tristezas y la angustia y la soledad no apague esa luz que irradiabas cuando estabas con nosotros”.

Y lo que pasa con todos los secuestrados, posiblemente se resuma en la angustia de doña Carmen Pantoja, quien a través de La Noche de La Libertad pide a su hijo Fredy Vicente Erazo, que se cuide y se proteja.

Dos años y medio después de su secuestro que no hay noticias de su hijo. “Nada es nada”, dice, mientras pide a los captores que le digan que quieren o que hicieron él.

Doña Carmen le envía muchas saludes de su hermana y de sus amigos Caliche, Edinson, Pabón, Jairo y de los vecinos y le dice que preguntan mucho por él, “pero yo no sé qué decirles, porque no sé nada de usted”.

Por estos días santos, las familias de los secuestrados siguen sufriendo su calvario y queda como un eco el mensaje de doña Carmen a su hijo: “Pídale a Dios que le dé mucho valor y fuerza”.