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"En la Guajira se robaron el río para exterminar a los Wayu": Gonzalo Guillén

El río que se robaron, el documental de Gonzalo Guillén, es una denuncia que intenta explicar por qué los indígenas Wayú se están muriendo de hambre y sed y podrían llegar a desaparecer en un tiempo estimado de 30 años, porque lo más preocupante es que quienes mueren son los niños.

Desde diferentes sectores se cuestionan por qué los indígenas de La Guajira mueren de sed, cuando están asentados en cercanías al río Ranchería.

El documental de Guillén, explica, que a partir del caudal más importante de la Guajira se construyó una reserva, desconocida por su puesto, para los indígenas, con la que intentaban guardar agua para poder abastecer a mínimo nueve municipios.

Pero con el tiempo, según la investigación, los intereses cambiaron, y la reserva del Ranchería se conviertió en el principal proveedor de agua para la multinacional el Cerrejón y para las grandes haciendas de poderosos terratenientes guajiros.

Así, mientras el Cerrejón gasta en promedio más de 34 mil 903 metros cúbicos al día en sus actividades mineras, los indígenas Wayu no tienen una sola gota de agua, no la tienen para su aseo personal, mucho menos para comer, los indígenas mueren de sed, sentados sobre una mina de agua.

"El rio que se robaron es un documental que presenta una investigación sobre el robo del único río de una región de Colombia que es la causa fundamental del exterminio de un pueblo entero de la nación Wayú", dijo Gonzalo Guillén, autor de la investigación.

Para Guillén, lo que ocurre con el río Ranchería es el reflejo del funcionamiento de todo un país.

"La impunidad con que suceden las cosas en Colombia y lo pequeño que es el estado Colombiano frente a organizaciones como el Cerrejón que está respaldado con las tres multinacionales de carbón más grandes del mundo que hacen lo que les da la gana".

Javier Rojas, representante de los Wayu, narra con tristeza como él y los suyos parecen haberse convertido en un "estorbo" para el desarrollo de las actividades económicas de la región.

Rojas cree que la finalidad de esta multinacional es desaparecerlos.

"La comunidad siempre elevó su molestia por ese represamiento del río porque sabíamos que iba a haber una catástrofe ocasionada por ese hecho, y la catástrofe se viene evidenciando desde hace años que venimos denunciando eso, que es el exterminio de la comunidad y la mejor forma de acabar la comunidad es acabando con sus niños, ¿por qué quieren acabar con nosotros? porque en la guajira somos vistos como un estorbo para el desarrollo y para los manejos económicos que hay allá", aseguró Rojas.

En solo el 40% de la rancherías 4700 han muerto en menos de dos años.

Ningún indígena sabe realmente en dónde está el agua de ellos, algunos creen que se evaporó, y es lógico ignorarlo porque para llegar a la zona de la reserva se debe cruzar un retén con funcionarios del cerrejón y solo se puede acceder con permiso de presidencia.

Los objetivos del Cerrejón van aún más allá, la mina de carbón más grande está debajo del río, en donde se estima que hay 550 kilómetros de carbón, por eso, el paso a seguir, sería desviar el caudal del ranchería.