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Íngrid Betancourt pide prudencia en torno al secuestro del general Alzate

La excandidata presidencial Íngrid Betancourt dijo en RCN La Radio que ante el secuestro del general del Ejército, Rubén Darío Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, es necesario actuar con prudencia y esperar la respuesta de los jefes guerrilleros que están negociando en La Habana.

Con base en su experiencia, Betancourt, quien fue secuestrada por las Farc, dijo que es probable que el caso en el Chocó tomara por sorpresa al Secretariado de las Farc.

"Es un momento que nos obliga a tener mucha prudencia; lo más adecuado es decir lo menos posible, hay muchas especulaciones", afirmó.



Sobre el impacto del secuestro del general Alzate en los diálogos, Íngrid Betancourt consideró que “estamos en un momento del proceso en que se ha avanzado muchísimo y obviamente es de mayor la fragilidad".

Recordó que “hay muchas personas interesadas en que este proceso no se lleve a cabo" y consideró que la retención del militar "no es una decisión de los comandantes de las Farc, sino que se da porque estamos en una situación de guerra".

Esperar pronunciamiento de las Farc

Recomendó también “esperar a qué dicen los negociadores de las Farc y reflexionar en la situación de las víctimas. Hay que pensar en cómo resarcir a las víctimas y en este momento el general Alzate es una víctima. Tenemos que oírlo a él".

Agregó que por"experiencia personal, es importante saber por qué tomó esa decisión, es importante llamar a la prudencia; no podemos echarnos la culpa los unos a los otros”.

Betancourt insistió en que “hay que tomar esto con mucho cuidado porque la forma como cada uno de los actores reaccione es la esencia del proceso de paz". Y sostuvo que lo más aconsejable en estos casos es no apresurarse: "Hay que reflexionar y no reaccionar. La crisis puede ser una oportunidad de fortalecimiento, pero depende de cómo se maneje".

Contradictores

Recordó que hay sectores interesados en que se rompa el proceso de paz y en ese sentido consideró que esta crisis “también puede ser una oportunidad para quienes están interesados en sabotear el proceso".

Dijo que "por la experiencia que tengo de la vida en la selva, soy conciente de la distancia entre los comandantes y los frentes en las regiones".

Comentó que cuando estuvo secuestrada "oía comentarios en la prensa sobre lo que yo estaba pensando que eran incorrectos. Muchas de las cosas que a nosotros nos sucedían no las conocían los comandantes, porque hay un filtro en las comunicaciones".

Íngrid Betancourt consideró que no había un plan para secuestrar al general Alzate, que fuera trazado por los máximos comandantes de la guerrilla. “Pienso que esto no fue premeditado y ese es uno de los factores que hay que tener en cuenta".

Dijo que “no podemos pensar que un General de la República voluntariamente se lleve a una de sus asesoras a una misión suicida".

Agregó que "no sabemos cuáles son los antecedentes de esa decisión. Yo estoy segura que dará unas razones y que habrá una lógica por la que tomó la decisión y tendrá una lógica por la forma como se ha relacionado con la comunidad"

Sobre los interrogantes en torno a las razones que motivaron al oficial a trasladarse a una zona de peligro, sin escoltas y de civil, Betancourt indicó que “tenemos muy buenos indicios de la seriedad y responsabilidad del general Alzate".

Señaló que "no es culpa del General" y afirmó que "es una de esas situaciones que nos coge a todos desprovistos". Reiteró que “no (debemos) adelantarnos a hacer comentarios ni a sacar conclusiones porque el análisis que se pueda hacer es muy especulativo".

Continuación del proceso

Consultada sobre la continuidad o no del proceso de paz, Betancourt afirmó que “tenemos dos opciones: hacer el listado de los actos que han elevado la tensión en el proceso y sumarlo, y decir el proceso no está funcionando. Pero hay otra manera de observar lo que está sucediendo y es que la guerra es odiosa y mientras haya una posibilidad de un proceso de paz tenemos una luz al final del túnel y que esto algún día va a terminar".

"También tenemos que hacer una valoración y es que si bien el proceso no ha acabado la guerra sí la ha disminuido", agregó.

Dijo también que "nos hemos ahorrado mucho sufrimiento, simplemente con el hecho de estar sentados en una mesa de negociación".

Planteó además una reflexión en torno a la importancia de llevar a feliz término el proceso de paz y dijo que “hay que tener fe en nosotros mismos, en una nueva generación que sea capaz de poner punto final al conflicto".

También se refirió al debate público en torno a la posibilidad de decretar una tregua que comprometa al Gobierno y a la guerrilla y consideró que “no es el momento para un cese del fuego
bilateral, porque no tenemos la posibilidad de que las Farc nos garanticen que una orden se cumpla al pie de la letra"
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Dijo que "cualquier incidente que lleve a desconocer una orden del Secretariado, va a ser entendida como una orden del Secretariado, es supeditar el proceso a un incidente y hacerlo abortar".

Enfatizó que "hay que poner todas las condiciones para que la paz pueda ser una realidad en Colombia. No ligar el proceso a la posibilidad de que ocurran incidentes como el de hoy".

También opinó sobre el debate público en torno a la posibilidad de decretar una tregua que comprometa al Gobierno y a la guerrilla y consideró que “no es el momento para un cese el fuego bilateral, porque no tenemos la posibilidad de que las Farc nos garanticen que una orden se cumpla al pie de la letra".

Dijo que "cualquier incidente que lleve a desconocer una orden del Secretariado, va a ser entendida como una orden del Secretariado; es supeditar el proceso a un incidente y hacerlo abortar".

Subrayó que "hay que poner todas las condiciones para que la paz pueda ser una realidad en Colombia. No ligar el proceso a la posibilidad de que ocurran incidentes como el de hoy".