Escritor Arturo Guerrero propone "desintoxicar el cerebro y las tripas" para frenar la violencia colectiva

En entrevista con RCN La Radio, Guerrero habló de la violencia colectiva y de la violencia individual e interior, que va más allá de las instituciones o el mismo conflicto armado.



Consideró que Colombia no es un país violento ‘per se’, sino que las distintas circunstancias de violencia de la historia que se remontan a la Patria Boba propició una combinación de formas violentas que se arraigaron en la psiquis de los colombianos y que ha prevalecido hasta nuestros días.

"En ese entonces, los partidos políticos, bien sea conservador, federales, centralistas entre otros, eran sectas irreflexivas, que tenían en una mano la Constitución y en la otra el machete", dijo Guerrero.

Reconoció que hoy día se hacen esfuerzos por desintoxicarnos de la violencia, pero sostuvo que no son suficientes como el esfuerzo que en su momento hizo la Comisión Histórica del conflicto.

Dijo que esa comisión “solo se limitó a decir que el problema de la violencia en Colombia era por la tenencia de tierras, sin meterse, en la psiquis de los colombianos que es donde radica parte del problema que hoy tenemos en el país”.

"El problema también es que la violencia en Colombia se ha diagnosticado desde posiciones dogmáticas omitiendo ese análisis del alma que yo hago y al cual tal vez, quien más se ha aproximado es el exalcalde Antanas Mockus, quien puso el dedo en la llaga logrando que la gente al menos tuviera ese sentido de pertenencia de ciudad", expresó.

Quizá las palabras más fuertes y dicientes de su proceso de análisis interior y personal sobre la violencia de los colombianos, las dijo el escrito Arturo Guerrero en los siguientes términos:

"Necesitamos desintoxicar el cerebro y las tripas, sacarnos de adentro el demonio de la desconfianza en los demás y analizar que esa misma sangre caliente que tenemos debe tener las dos caras para que la transformemos en una potencia creativa, de ciencia, de cultura de educación, etc".

El análisis de su ensayo lo proyectó a los resultados que pueda arrojar el proceso de paz que se discute en La Habana, Cuba, al hacer una comparación bien interesante sobre la posible dejación de armas.

Dijo que el solo hecho de que se firme la dejación de armas, hará que haya un 50% de fusiles menos disparando y un 50% de muertos menos y esa situación haría también que termine ese pretexto político de hacer la guerra.

Agregó que el restante 50% de violentos que se queden por fuera como las bandas criminales y otros grupos menores delincuenciales, serán combatidos por las fuerzas legitimarme constituidas, por cual bajarán los índices de violencia.

El escritor, filósofo y periodista publicó los 3 ensayos "Una Rosa Violenta" en el diario El Espectador y hoy en entrevista con RCN La Radio, entregó detalles importantes sobre un análisis que le viene de las entrañas y que busca una reflexión.