Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Gabo nunca se nacionalizó mexicano porque le parecía divertido ser colombiano...

Con flores amarillas envueltas en papel celofán y una foto que se tomó con el premio nobel de literatura, un joven se acerca al número 144 para dejar en la puerta el ramo, en homenaje al escritor colombiano a quien conoció y con quien compartió unas horas que quedaron para siempre en su memoria y en su corazón.

Es Juan Antonio Pérez Obrado, un admirador mexicano quien tuvo la oportunidad de hablar por primera vez con el escritor colombiano en la Feria del Libro de Guadalajara, donde logró que le diera el número telefónico y luego de dos años de insistencia obtener una cita en su biblioteca de la casa de la calle del Fuego en la colonia Jardines del Pedregal en el sur de la capital mexicana.

"En junio de 2009 llamé, él me contestó, me dio cita aquí, el 15 de junio estuvimos hora y media tomando café, una persona muy amable, que destilaba sabiduría, muy amable, podía uno platicar de cualquier cosa, a pesar de que ya estaba minado por la edad", cuenta con alegría el joven quien fue en compañía de su mamá.

Recuerda que le preguntó a Gabriel García Márquez por qué no se había nacionalizado mexicano, viviendo tantos años en este país, "me dijo que porque ser colombiano era lo más divertido del mundo",dice con una sonrisa Juan Antonio quien muestra con orgullo la fotografía que esa tarde se tomó con su escritor favorito.

"Otra cosa que recuerdo, es una novela terminada que me mostró titulada ´´En Agosto nos vemos´´, que la seguía corrigiendo, porque no le gustaba, espero que algún día la den a la luz, vi la primera página y es el García Márquez de siempre, ojalá se pudiera rescatar este texto que sería la novela inédita del Nobel", subraya Juan Antonio.

Acota que ese momento representa mucho para él y su mamá, el mejor momento de su vida, “tuve gran suerte, es lo que me llevo del Gabo."

Mientras tanto, otros admiradores del escritor, se acercan a la casa a dejar flores amarillas, destacándose la presencia de familias colombianas que llegan todos luciendo la camiseta tricolor de la selección y mostrando su orgullo por haber nacido en la tierra de uno de los hombres más grandes de la literatura universal.