Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Iglesia pide reconciliación entre esmeralderos, para evitar nuevo capítulo de guerra verde

El máximo jerarca de la Iglesia indicó en RCN La Radio, que la nueva muerte es un desafío para que las familias esmeralderas, dejen a un lado la cultura del Ojo por Ojo, Diente por Diente.

La Iglesia se pronunció tras muerte del hombre de confianza de Víctor Carranza, el esmeraldero Daniel Gómez Cañón, asesinado en maripi tras varios impactos de arma de fuego, en el momento en el que se dirigía de la mina cunas hasta la hacienda de la familia Carranza.

Gómez Cañón, conocido como “El Loco”, era el administrador de la Mina Cunas, una de las mayores productoras de gemas del país, de la Empresa Minas Santa Rosa, cuyas acciones mayoritarias son de la familia Carranza.

El máximo jerarca de la Iglesia en el País, Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, envió un mensaje a los esmeralderos, indicando que hay que evitar más muertes, dejando de un lado la venganza y las retaliaciones.

“Este, es un asunto de familias en disputa. Esta nueva muerte es un desafío para que las familias esmeralderas que están en choque y contraste, sepan en primer lugar buscar la manera de perdonar, es difícil, pero hay que decírselo, no significa dejar de pedir justicia, sino que significa, secarse del corazón un rencor, un resentimiento que puede generar muchas más muertes, otros actos. La venganza siempre es algo que se reproduce, y que va creciendo en el corazón y que se va transmitiendo de padres a hijos e incluso a los vecinos como una especie de contaminación. Es muy importante que haya ese acto tan espiritual y humano, para evitar más siniestros”. Señaló Castro Quiroga.

Dijo que un proceso de paz desde la región, se dará sólo el día en que los esmeralderos se den la mano para la paz, acción que no solamente replicaría en la tranquilidad de los habitantes de la zona, sino que también contribuiría a la paz del país “Ojalá las fuerzas positivas que hay en la región logren reunir a estas personas, a estas familias, para que ellas encontrándose, de una vez por todas, tengan acercamientos para evitar nuevas muertes. La manera de que cesen actos violentos por el negocio esmeraldero, más allá de nuestras oraciones, es que entre estas familias, se den la mano”.

Concluyó que la iglesia mantiene la esperanza de que impere la sensatez en estas personas, para no acrecentar venganzas que lleven más sufrimiento y que perturben la paz del Occidente de Boyacá.