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Investigan el secuestro de más de 800 japoneses por Corea del Norte

La policía nipona anunció que ha elevado a 883 los casos que investiga de ciudadanos japoneses que podrían haber sido secuestradas por el régimen de Corea del Norte desde la década de 1970.

La Agencia de la Policía Nacional de Japón explicó que el número de denuncias ha aumentado desde que Tokio y Pyongyang acordaron en mayo que el régimen norcoreano investigaría los raptos de ciudadanos nipones que realizó durante décadas para entrenar a espías.

"Mientras que las negociaciones (entre Japón y Corea del Norte), parece que avanzan, el interés público por los secuestros ha aumentado", explicó hoy el presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Pública, Keiji Furuya.

Esto ha hecho, según explicó, que se haya elevado el número de casos que investiga la policía, que hasta ahora ha recogido muestras de ADN de familiares de 643 desaparecidos como apoyo la investigación que realiza Corea del Norte.

Según anunció el régimen norcoreano, un comité de Investigación Especial inició el pasado 4 de julio una investigación exhaustiva sobre todos los residentes japoneses en la República Popular Democrática de Corea (RPDC, nombre oficial del país).

El anunció de Pyongyang se produjo después de que el Gobierno nipón acordara el levantamiento de parte de sus sanciones unilaterales sobre Corea del Norte como respuesta a esta investigación.

El Gobierno japonés sostiene que entre 1977 y 1983 al menos 17 japoneses (de los cuales solo cinco han podido regresar a Japón) fueron secuestrados por Corea del Norte para impartir lecciones de cultura e idioma en sus programas de adiestramiento de espías.

En 2002, Pyongyang admitió 13 de los secuestros, pero argumentó que, al margen de los cinco que devolvió a Japón, los otros ocho fallecieron y que cuatro de ellos nunca pisaron suelo norcoreano, una versión de la que ha desconfiado el hasta ahora Ejecutivo nipón.

El comité tendrá un panel destinado a reabrir las investigaciones sobre los otros 12 ciudadanos que Tokio considera secuestrados por Pyongyang y otro para indagar sobre el resto de personas que la policía nipona sospecha que también podrían haber sido raptadas han entrado o no en Corea del Norte.