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LA ANGUSTIA DE “LOS OTROS SECUESTRADOS”

Y el miedo y la tristeza terminará para cinco familias cuando esta semana sean liberados cuatro militares y una abogada en los departamentos de Chocó y Arauca, pero la angustia seguirá siendo la invitada de cada día para centenares de colombianos que no saben nada de los suyos y que fueron secuestrados o que desaparecieron para siempre.

La amenaza sobre el proceso de paz hizo que fuera afortunada la coyuntura para los familiares del general Rubén Darío Alzate, el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras, los soldados Jonathan Andrés Díaz Franco y Paulo César Rivera y la abogada Gloria Alcira Urrego Pava, quienes recobrarán su libertad.

Al final para muchos lo ocurrido con los cuatro militares y la abogada ni siquiera fue un secuestro, sino una retención, un incidente, un impase, una dificultad que puso en riesgo el proceso de paz y no la integridad personal de quienes fueron llevados por la guerrilla de las Farc.

Esta semana terminará la angustia de estas cinco personas, pero el drama continuará para anónimos colombianos secuestrados en regiones remotas del país, ciudadanos comunes y corrientes cuyos casos no están en la agenda del proceso de paz y de los que se sigue esperando noticias.

Mientras un puñado de colombianos se prepara para el abrazo más feliz de sus vidas, en La Noche de la Libertad de RCN RADIO continúan los mensajes, más allá de la agenda de paz y de la coyuntura que muchas veces hace hasta invisibles sus casos.

La Fundación Los que Faltan asegura que son más de 500 los casos de personas secuestradas en los últimos años por distintos grupos armados y delincuencia común, de los que no se sabe absolutamente nada, mientras que País Libre en un reciente informe, revela que entre enero y septiembre de este año, las Farc han secuestrado a 25 personas.

UNA NOCHE PARA LA LIBERTAD

Y la Noche de la Libertad empieza, como desde hace tantos años, con la “Gota Espiritual” de monseñor Héctor Gutiérrez Pabón, para reiterar que la fe y la esperanza son las únicas certezas que tienen los familiares de los secuestrados y para apelar a la justicia divina y esperar el milagro de la libertad.

Como hace muchos años, a través de este espacio doña Elsa Ortiz reclama porqué alguien le diga que ha pasado con su hijo Eriberto Macías, secuestrado en Rionegro Santander el 4 de agosto de 2013.

“Un paramilitar que actualmente está preso en una cárcel de Bogotá se lo llevó y luego fue entregado al frente 29 de las Farc en Vistahermosa y nadie me da razón de su paradero”, relata doña Elsa, para quien la paz no es una cosa de los hombres, sino algo de la naturaleza de Dios.

“Dios les toque ese corazón. No me quiero morir sin saber que pasó y que hicieron con mi hijo, pero lo único que quiero decirles es que sólo Dios se encargará de hacer justicia”, dice doña Elsa, al referirse al caso de su hijo secuestrado mientras era operario de maquinaria pesada.

Y doña María Helena Zuleta le habla a su hijo Cristian Andrés Pizarro y empieza pidiéndole que apele a las palabras valentía y entereza, ignorando acaso que es ella quien las necesita.

Cada mensaje está acompañado por los buenos deseos para que este hombre secuestrado el 25 de mayo de 2012 en Tuluá, Valle, goce de buena salud y tenga toda la energía para buscar el camino de la libertad.

Y doña María Helena le dice a través de la radio: “En casa nos encontramos bien y sólo faltas tú. Esperamos noticias y te esperamos para construir una nueva historia de vida. Confiando en Dios se pueden lograr cosas buenas. Dios está actuando para liberarte”.


LOS MENSAJES DE ALIENTO

Y también está doña Martha, cuyo esposo Rafael Jaraba Ternera cumplió el pasado 12 de noviembre dos años secuestrado en cercanías de Santa Marta, para decir lo mismo que le ha escrito casi que religiosamente todos los días a través de su cuenta de twiteer : “Amanecer sin tu presencia duele demasiado Rafael. 741 días sin saber dónde estás y cada minuto nos haces más falta.”

Y los mensajes que hablan del desaliento de los familiares de esos otros secuestrados, como el de José Jaraba, quien reitera que “aquí en Colombia sólo liberan a las personas que hacen parte del imperio político de Juan Manuel Santos” y luego se pregunta, ¿y los otros secuestrados?

Y cómo lo han hecho desde la segunda semana de mayo, en La Noche de la Libertad están doña Blanca Ruby López y don Alvaro Mejía para pedirle a su hijo Andrés Felipe que no desfallezca y decirle de nuevo “que es inmensa la falta que hace” desde que desapareció en Calamar Guaviare, mientras adelantaba una diligencia como funcionario del CTI de la Fiscalía.

En medio de esa incertidumbre su papá saca fuerzas para expresarle que “están confiados en que lo van a ver y encontrar”.
Don Alvaro le cuenta a su hijo a través den RCN LA RADIO que están adelantando una cadena de oración, están en ayuno y rezando el rosario para que el Señor los escuche y se haga el milagro de la liberación.

Y en mensaje termina de esta manera: “A nuestro hijo, decirle que el tiempo de Dios es perfecto y si él lo quiere de otra manera, tendremos que esperar y al frente Séptimo de las Farc, que tengan compasión de una familia que sufre”.


LA ANGUSTIA DE VER A SU HIJA DE CAMUFLADO

Como si fuera poca la angustia para doña Dolly Castañeda por el secuestro de su hija Ruth Beatriz el 15 de octubre de 1997 en cercanías de Medellín, además tuvo que repetir otro momento de dolor, cuando en el año 2012 la vio vestida de camuflado, mientras la televisión mostraba los detalles de la liberación del periodista francés Romeo Langlois en el departamento del Caquetá.

“Estaba de camuflado, muy delgada porque los años no pasan en vano. Yo se que fue obligada luego que no pude pagar el rescate porque los integrantes del frente 34 de las Farc me pidieron 600 millones de pesos para liberarla y como no podía juntar ese dinero, me dijeron que no tenían inconveniente de tenerla unos añitos con ella”, dice doña Dolly en La Noche de la Libertad.

Se queja que no ha podido conseguir que las autoridades nacionales se interesen en el caso de su hija, quien para el momento del secuestro estaba vinculada como psicóloga de una empresa antioqueña y se consuela con enviar mensajes de aliento a través del programa.
“A mi preciosa que tenga fe y esperanza que yo se que Dios nos está escuchando y nos ayudará, así los humanos no. Jamás te rindas porque yo te necesito y por eso no te dejes vencer por la soledad y la tristeza”, le dice doña Dolly, embebida ella en la más absoluta soledad y en una eterna tristeza.


“LOS QUE FALTAN”

Cumpliendo la cita de cada Noche de la Libertad han estado casi que religiosamente Carlos Guzmán, su esposa Trinidad y su hija Angélica, para saludar a Edwin Harvey Guzmán, secuestrado el 30 de enero de 2011 entre Arauquita y Saravena y lo mismo Dora Guaquez para preguntar qué pasó con su hermano Robert Hernán, secuestrado el 23 de mayo de 2003 en Sotomayor Nariño.

Y en medio del canto de los pájaros en su casa de Bucaramanga, doña Cecilia Alvernia sigue recordándole al ELN que su hijo Javier Enrique, secuestrado el 18 de septiembre de 2014 en Aguachica Cesar, es diabético e insulinodependiente y requiere cuidados especiales.

Esneider Romero sigue contando la historia del secuestro de su hermano Hernán en hechos ocurridos en Acevedo Huila el 24 de febrero de 2010 y como una tabla de salvación, dando crédito a las versiones que algunos conocidos le han entregado, en el sentido que está vivo y que la guerrilla de las Farc lo está utilizando para realizar distintos trabajos en el departamento del Caquetá.

Y como para resistirse a la desaparición definitiva, a pesar que han pasado 23 años del secuestro del médico de la Universidad Nacional, Noé José Téllez, su amigo Miguel Hernando Rodríguez le sigue enviando mensajes a través de la radio y le sigue contando de los amigos y la vida que dejó.

Doña Judith Casallas sigue imaginando al nieto nunca visto, pues su hija Mary Johana López, su muñequita, estaba embarazada cuando fue secuestrada el 7 de octubre de 2007 en Pance, Valle.

Como una anécdota parece a veces la historia de Luis Alfredo Navarro, la única persona que permanece secuestrada en el departamento de Sucre.

LOS SÍMBOLOS

Y en La Noche de La Libertad invitados permanentes han sido los símbolos del secuestro que siguen reclamando que la guerrilla de las Farc diga que ha pasado con los centenares de colombianos que se llevaron.

Clara Rojas asegura que la presencia de alias Romaña en La Habana debe servir para que diga dónde están los secuestrados y se ordene la liberación inmediata de todos.
“Las cifras de secuestrados y desaparecidos ha subido enormemente hasta el punto que la Fiscalía hoy habla de más de 60 mil y por eso guardo la esperanza que la aparición pública de Romaña sea para pedir perdón y reconocer el daño que ha causado con su actuar”, dice.

Entre tanto, el general Luis Mendieta insiste que el proceso de paz en La Habana debe servir para que la guerrilla libere a todos los secuestrados o den la información y las coordenadas dónde están para ir por ellos si está vivos o si están muertos “recuperar sus restos y entregarlos a sus seres queridos”.

Esta semana que se espera que cinco colombianos recobren su libertad, don Rafael Mora seguirá su silenciosa lucha para que unos 500 colombianos de los que no sabe nada de su suerte ni de su paradero.

Su hijo Juan Camilo fue secuestrado por el frente 51 de las Farc el 19 de enero de 2006. “El dolor de un secuestro es algo impresionante que no le deseo a nadie”, dice don Rafael, quien continúa adelantando la tarea para llamar la atención sobre la suerte de los secuestrados a través de la Fundación Los que Faltan.

Y un lugar especial ocupan en este espacio doña Amalia y don Ismael, quien desde el primer día de La Noche de La Libertad, cada ocho días han enviado mensajes a su hijo Enrique, secuestrado una mañana de febrero de 1999 por hombres de la guerrilla de las Farc.

Su deseo íntimo y personal es poder preguntarle cara a cara a alias Romaña que hizo con su hijo y cuál fue su suerte.

“Hay una sentencia de jueces y del Tribunal Superior condenado a alias Romaña y el hecho que el Gobierno Nacional le haya suspendido la orden de captura, significa que se congeló la condena y que la justicia también ha quedado congelada y suspendida”, dice don Ismael, al referirse a la presencia del guerrillero Henry Castellanos en la mesa de negociaciones en La Habana.

Antes de terminar esta Noche de La Libertad, doña Amalia habla de la fortaleza que Dios le ha dado durante casi 16 años de ausencia de su “quique quique del alma”.

“La noticias más importante que le hemos dado es el nacimiento de su sobrina, siempre le decimos la verdad, aquí estamos los dos, como siempre junticos, celebrando nuestros 59 años de casados. Desde que él se fue no volvimos a hacer ninguna reunión”, dice doña Amalia.

Está terminando el programa y al final doña Amalia deja una reflexión que todos los familiares de los secuestrados se hacen cotidianamente. “Las cifras de secuestrados no son importantes si no se les da un contexto y se conoce la realidad del sufrimiento de la gente y por eso es el momento de dar la cara al fenómeno, para que los escenarios de paz vengan de la mano de escenarios de verdad”.