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La historia del primer mensaje a Felipe Calle, geólogo secuestrado

<i>“Cada noche mira la luna y ahí estaré viéndola, de esta manera seguiremos conectados. No te preocupes si no ves la luna o el cielo, ella igual sigue iluminando. Cierra tus ojos, recuerda mi voz y ahí estaré yo”</i>.

La que habla es Diana Carolina Calle y es una declaración de amor infinito para su hermano Andrés Felipe. Habla pausadamente y con una emoción contenida, porque es el primer mensaje para él a través del programa La Noche de la Libertad.

“Recuerda mi voz”, le insiste, para que no quede duda que desde finales de junio empieza un nuevo ritual que hará que la familia tenga que reunirse alrededor de la radio para contarse los últimos acontecimientos y mantener el contacto mientras dure su ausencia .

El secuestro

El drama apenas comienza para una familia que fue notificada el pasado 29 de junio, que su hijo había sido secuestrado en zona rural de Curumaní en el Cesar, mientras adelantaba trabajos de investigación en geología para la Universidad de Caldas.

Su padre Carlos es el primero en intervenir para contar que hasta el momento no hay ninguna comunicación por parte de quienes lo secuestraron.

“Lo que sucede es que al momento de la retención estaban tres personas más que después de cuatro horas fueron liberadas y son ellos quienes aseguran que los secuestradores se identificaron como integrantes de la columna Camilo Torres del ELN, pero la familia no sabe absolutamente nada”, asegura su padre.

Don Carlos se lamenta porque la evolución del caso es “lenta y difícil”, aunque reconoce que el Gaula en el Cesar ha expresado su intención de trabajar para que su hijo regrese sano y salvo.

Hay desde luego una gran incertidumbre, mientras expresa su preocupación, Carlos indica que geográficamente la región es muy difícil porque allí confluyen los departamentos de Cesar, Norte de Santander y Arauca, en la zona de la Serranía del Perijá.

El mensaje

La radio será la nueva manera para comunicarse y esta noche la familia reunida envía mensajes en los que se repiten las palabras fe, paciencia y por supuesto esperanza.

Un papá ejerce en cualquier circunstancia y entonces la primera recomendación es que ”siempre sea caballero, amable y esa persona dispuesta a ayudar a los demás”.

Hay tiempo para que don Carlos le pida a su hijo que se contagie de la pobreza de esas “gentes que llevan tantos años al margen de la ley y han equivocado sus caminos, para que algún día reconozcan que es a través del diálogo y la conversación que se puede lograr un país lleno de paz y amor”.

Insiste en que ”no tiene ningún odio ni rencor” con los captores de Andrés Felipe, mientras entra en escena su hermana, “su parce querida”, como le dice don Carlos.

Es la primera cita a través de la radio y por eso lee un mensaje escrito con el alma en el que le cuenta que está fuerte, le habla de las jornadas de sensibilización que se adelantan en la Universidad Caldas, de las banderas para pedir su libertad, del grupo en Facebook para llamar la atención de su caso, pero sobre todo, del infinito amor de hoy y de siempre.

“Ten paciencia y fortaleza que pronto estarás con nosotros. Voy a traerte de nuevo a casa, vas a volver a ver la sonrisa de papá y mamá y si tengo que ir por ti caminando hasta Japón iré por tí, así se me quiebren las piernas del dolor”.

Y siguen las declaraciones de amor y Diana Carolina le dice varias veces gordito y le pide que no sienta miedo, desesperación o tristeza y vuelve a repetir lo que ya le había dicho su papá, “que sea bondadoso, amable, tierno y respetuoso”.

También se compromete a hablar con Dios “para que abra bien sus ojitos y mande los ángeles hacia él”. Le recuerda que no descansará hasta tenerlo de vuelta y le habla al oído que Alicia y los abuelos están con él y Canelo lo protegerá.

Los amigos y la parranda

Es el primer mensaje para este joven profesional de la Universidad de Caldas en este espacio de RCN LA RADIO, hecho para acompañar a los secuestrados y no podían faltar los amigos que ya lo están esperando.

Pablo le dice que desde lo más profundo de su corazón le pide ánimo, fortaleza, inteligencia y mucha sabiduría para afrontar el secuestro, mientras que ”el Cura” simplemente le manda decir que lo espera con unas frías en la playa.

Sus compañeros en la Universidad de Caldas le dicen “compañero, estamos en pie de lucha por tu libertad”, mientras que María Eugenia le insiste en que “la libertad es tuya, te pertenece” y lo invita a vivirla cada segundo, ”aunque para ello tenga que negar lo que perciben sus sentidos”.

María Eugenia le recuerda que en su condición de científico “tiene el derecho universal de explorar el mundo para buscar respuestas” y lo invita a abrazar su libertad como la única realidad que existe para él, más allá de las experiencias que lo rodean.

La luna, la luna

Nadie sabe por dónde caminará Andrés Felipe Calle desde el pasado 29 de junio y la única certeza ahora es que estará escuchando las Noches de La Libertad.

Su mamá habla inevitablemente de su tristeza y de cuánto le están haciendo falta sus sonrisas, sus abrazos y sus besos y le pide que sea fuerte.

“Sabes papi, conejo, juanita y los pecesitos te extrañan, pero nosotros sacamos ánimo para qué a ellos también se les pasen los días rápido”, le dice su mamá antes de pedirle que descanse y que mire “el horizonte más allá de lo que está su alrededor”.

Su amiguito Fray le manda decir que “ya pronto estaremos libres a tu lado”.

Finalmente, su hermana Diana Carolina le recuerda que mire la luna porque estará mirándola antes de acostarse y antes de levantarse, ”yo siempre estaré mirándola” le promete en esta primera cita de La Noche de la Libertad.