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La mortífera ofensiva israelí prosigue en Gaza a pesar de llamamientos internacionales

La ofensiva israelí continuaba la mañana del sábado en la franja de Gaza y provocaba la muerte de más de 110 palestinos en cinco días, sin conseguir detener los lanzamientos de cohetes desde el enclave contra Israel.

Poco antes de empezar el reposo del shabbat, el primer ministro Benjamin Netanyahu proclamó que Israel resistirá a toda injerencia internacional de cara a un alto el fuego.

"Ninguna presión internacional nos impedirá golpear a los terroristas que nos atacan", dijo Netanyahu en una conferencia de prensa en el ministerio de la Defensa en Tel Aviv.

En una entrevista telefónica anterior con Netanyahu, el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó su temor a una escalada de la violencia y ofreció su mediación para restablecer la calma.

Estados Unidos está dispuesto a "facilitar un cese de las hostilidades, incluida una vuelta al acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2012", añadió la casa blanca. Sin embargo, Washington considera al movimiento Hamas una "organización terrorista".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había llamado el jueves a un alto el fuego en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad.

Pero tanto Netanyahu como el ex primer ministro de Hamas en Gaza, Ismail Haniye, excluyeron por el momento un alto el fuego.

Más de 100 muertos en Gaza

En Gaza, los bombardeos israelíes la mañana del sábado dejaron al menos siete palestinos muertos, según los servicios de emergencias locales. En total, la operación israelí Protective Edge (Barrera Protectora) se ha saldado hasta el momento con 112 muertos y más de 600 heridos.

Según el ejército israelí, Hamas y la Yihad Islámica, un grupo radical aliado, han lanzado unos 660 proyectiles desde Gaza en cinco días, de los cuales 140 han sido destruidos en vuelo, desde el inicio de las hostilidades. Han causado una decena de heridos, ningún muerto.

El movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna la franja de Gaza, reivindicó el lanzamiento de cuatro cohetes de largo alcance M75 contra el aeropuerto internacional Ben Gurión, en la periferia de Tel Aviv, y advirtió a las compañías extranjeras de "los peligros" de aterrizar en Israel.

El aeropuerto no resultó impactado peros sus operaciones se interrumpieron durante unos minutos.

Este nuevo episodio de violencia comenzó tras el secuestro y asesinato de tres estudiantes israelíes a principios de junio en la Cisjordania ocupada, que Israel atribuye a Hamas, al que le siguió el asesinato de un joven palestino en Jerusalén a manos de judíos de extrema derecha.

El enfrentamiento amenaza con expandirse al norte de Israel, donde impactó un cohete lanzado desde Líbano sin causar víctimas. El ejército israelí respondió con un ataque contra la localidad libanesa de Kfar Shuba (sur).

'Castigo colectivo'

En Jerusalén Este y en los territorios palestinos, la jornada fue relativamente tranquila en este segundo viernes de Ramadán. Por temores a incidentes, la policía israelí permitió únicamente el acceso a 12.000 fieles a la Explanada de las Mezquitas.

En Galilea (norte de Israel), unos 4.000 árabes israelíes se manifestaron cerca de Nazaret contra "los crímenes de guerra israelíes" en Gaza.

La aviación israelí lanzó decenas de ataques en la franja de Gaza en las últimas 24 horas contra objetivos vinculados al grupo islamista Hamas, entre ellos, plataformas de lanzamiento de cohetes, túneles, puestos de control u oficinas de las instituciones gubernamentales de Hamas.

En el terreno, siguen los preparativos para una eventual ofensiva terrestre.

El jefe del estado mayor israelí, el general Benny Gantz, advirtió que su ejército iba a "ampliar sus actividades según sus necesidades y con las fuerzas necesarias".

Israel movilizó a 33.000 reservistas con el objetivo de desplegarlos cerca de Gaza.

"De momento, estamos en la primera fase: los ataques aéreos. Imagino que decidiremos mañana o pasado mañana sobre la próxima etapa", precisó el viernes el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, partidario de la mano dura.

Dos soldados israelíes resultaron heridos el viernes por un misil antitanque junto al muro de seguridad que separa a Israel de la franja de Gaza.

El ataque contra el enclave palestino ha provocado la cólera de los vecinos de Israel.

Israel "dice que (Hamas) dispara cohetes. Pero, ¿ha muerto alguien?", protestó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aliado de Hamas, que acusó a Israel de "mentir".

Egipto, primer país árabe que firmó un tratado de paz con Israel en 1979, criticó "la política de castigo colectivo" de Israel en Gaza y lamentó la "tozudez" de los protagonistas pese a sus esfuerzos desplegados para detener la violencia.

Ante el deterioro de la situación en Gaza, 34 asociaciones humanitarias internacionales llamaron el viernes a un alto el fuego y a respetar los derechos humanos en el enclave palestino.

Amnistía Internacional pidió a la ONU una investigación internacional independiente sobre las violaciones del derecho internacional por parte de ambos bandos.