ONU afronta la desconfianza de víctimas antes del viaje a Cuba

El encuentro se prolongará durante tres días y tendrá carácter nacional para servir de cierre a los otros tres foros regionales que la ONU, junto la Universidad Nacional de Colombia, organizaron durante julio.

Que este último cónclave sea en Cali no es casual, puesto que el departamento del Valle del Cauca, ha sido uno de los territorios más afectados por atentados y secuestros producidos por la violencia desatada en Colombia entre guerrillas, paramilitares y el propio Estado.

En ese tiempo se contabilizan en el país 220.000 muertos, unos 25.000 desaparecidos, 5,7 millones de desplazados y 27.000 secuestrados, además de unas 2.000 masacres, según el Centro de Memoria Histórica, lo que demuestra lo sensible de este tema, que ahora empezará a discutirse en La Habana.

Las víctimas son el cuarto punto de los cinco que contiene la agenda, y los negociadores del Gobierno y las Farc, que buscan la paz negociada desde noviembre de 2012, acordaron en junio pasado una "declaración de principios" que ha sido calificada de "histórica".

En el documento propusieron reconocer "a todas las víctimas del conflicto" y su "responsabilidad", además de una plena participación de los damnificados en la discusión de Cuba.

A este fin, ambas partes designaron a la ONU y al Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional como mediadores para que recogiesen la opinión de las víctimas y formasen hasta cinco delegaciones que las representaran en La Habana, donde el primer grupo llegará el próximo 16 de agosto.

Pero mientras que en los otros foros regionales, celebrados en las ciudades de Barrancabermeja, Villavicencio y Barranquilla, los damnificados exigieron perdón y verdad como condición innegociable, ahora el debate se centra en cómo será la representación de las víctimas que viajará a Cuba.

Y es que en las últimas semanas diversos sectores de víctimas han denunciado sentirse marginados en el proceso de selección.

Asociaciones de víctimas de los desaparecidos aseguraron que su participación estaba "restringida" y anunciaron actos paralelos durante el foro de Cali, en tanto que militares afectados por la violencia afirmaron que no contaban con la representación adecuada.

La polémica despertada por estas declaraciones provocó que la ONU y la Universidad Nacional, en un comunicado, aclarasen esta semana que aún no han decidido quiénes formarán las delegaciones, pero el debate continúa.

De hecho, el propio Congreso someterá a control los criterios para formar esta representación en Cuba con la comparecencia de autoridades del Gobierno involucradas en las negociaciones de paz.

Incluso intervino la Iglesia, para apuntar que es demasiado pronto para criticar una representación que de facto aún no se ha realizado.

Se espera que la ONU aplaque los ánimos en este foro, que será el más numeroso de los tres con 1.200 asistentes, la mayoría de ellos víctimas directas del conflicto armado.

Los foros de víctimas siguen a otras iniciativas celebradas anteriormente sobre el problema de la tenencia de la tierra, participación política de guerrilleros desmovilizados y drogas ilícitas, los tres primeros puntos de la agenda sobre los cuales ya hay preacuerdos.