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La Opinión se escucha de RCN La Radio: Por Orlando Mejía

Reflexiones sobre la vida literaria de José Vélez Sáenz

La tradición cultural de una sociedad se construye con la memoria histórica. De ahí la importancia de evocar a nuestros intelectuales y escritores ya muertos. El año entrante se cumple el centenario del natalicio del manizaleño José Vélez Sáenz (1915-1997), un autodidacta, bohemio, iconoclasta, maestro del humor negro, que pertenecía a una de las familias más ricas y reconocidas de la burguesía local, pero que su rebeldía lo condujo a renunciar a su herencia y a los valores de su familia, que eran los valores de la ciudad tradicional.

Ensayista, novelista, cuentista, periodista (tuvo una columna semanal en La Patria durante más de 40 años), intelectual y místico, que recitaba casi de memoria los diarios de León Bloy y las tesis cosmológicas de Teilhard de Chardin. Su obra de ficción más significativa es, a mi modo de ver, su novela Las Llaves falsas (1959), que es el diario apócrifo de Leopoldo, un ex drogadicto recluido en un sanatorio mental en plena época de la segunda guerra mundial, donde se siente la presencia de una Manizales que nunca es nombrada, pero que está latente en cada frase del personaje mientras se interesa por las ciudades desconocidas de la Europa de la guerra.

Fui amigo y médico de José y tuve el privilegio de escucharle a él mismo, en su último año de vida, esta lectura de la novela que les acabo de contar. Ojalá el año entrante se le haga un merecido homenaje y se reediten algunos de sus libros y también una antología con sus mejores crónicas periodísticas, donde se revela también su amor profundo por esta ciudad y sus gentes.