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Lacalle Pou pide voto por la "libertad" en último acto electoral en Uruguay

El candidato del Partido Nacional a la presidencia de Uruguay, Luis Lacalle Pou, pidió este jueves el voto para su fórmula apelando a la "libertad" que los uruguayos ganarán si triunfa su candidatura frente a sus rivales y favoritos en las encuestas del oficialista Frente Amplio.

Ante miles de simpatizantes del Partido Nacional en la localidad de San Carlos, Lacalle y su compañero de fórmula, Jorge Larrañaga, lanzaron sus últimas propuestas para atraer a los votantes, un acto que afrontaron con "serenidad enorme" y "alegría por lo conseguido", aunque conscientes de la dificultad de la tarea.

La "libertad" fue el eje del último discurso de Lacalle, en el que se alejó un poco de su propuesta "por la positiva" que quiso desarrollar durante toda la campaña, en la que evitó confrontar con sus rivales, y se lanzó a señalar los errores cometidos por el Gobierno del Frente Amplio y los peligros que puede suponer que gobierne otros cinco años más si su candidato, Tabaré Vázquez, gana el próximo domingo.

Así, pese a recordar que durante la campaña antes de la primera ronda electoral el pasado 26 de octubre se trató de "derribar muros y tender puentes", lo que llevó aparejado el apoyo explícito de "nuestros tradicionales competidores colorados" a su candidatura, Lacalle, y sobre todo Larrañaga, cargaron contra el oficialismo.

Lacalle apuntó así contra la existencia de asentamientos "por los que no pasaron los diez años de bonanza económica" que sostiene el Gobierno, y defendió así su plan para impulsar la integración de estas zonas marginales.

También criticó a la educación y pidió "no tener miedo a la superación e igualar hacia arriba y no hacia abajo", subrayando además que una nación educada está "más liberada y elegirá mejores gobernantes".

La seguridad pública bajo el Frente Amplio (FA) también fue calificada como "un fracaso rotundo" y lamentó las "relaciones exteriores en función de los amigos" en las que, a su juicio, incurrió el Gobierno de José Mujica.

De igual modo, señaló que si finalmente gana las elecciones, algo que todas las encuestas dan como prácticamente imposible al mostrar una ventaja de unos 14 puntos porcentuales de Vázquez sobre Lacalle, no dudará en hablar con todos para "gobernar para todos".

En ese sentido, Lacalle explicó que pretende "limpiar barreras ideológicas" si llega al Gobierno y hacer "esfuerzos para ver coincidencias" como hizo "durante la campaña".

Más beligerante fue Larrañaga, quien de inicio cargó contra el FA, un "elenco de iluminados" que no entienden que la propuesta nacionalista es "una revolución" en términos de "libertad".

El senador y candidato a vicepresidente atacó también que Vázquez se negara a debatir durante la campaña y que con ello "estuviera vacía y carente de los temas que preocupan a los uruguayos".

"Esos temas quedaron tapados por un crecimiento económico que no pretendemos esconder, pero que a nuestro juicio pueden ser una hipoteca en la educación, seguridad, salud, desarrollo nacional integral, que hubiéramos querido discutir y analizar", dijo.

Larrañaga advirtió además que "gane quien gane" el domingo "no podrá gobernar con soberbia" olvidándose de la otra mitad de los uruguayos como hizo el actual Gobierno, y que habrá que apelar al diálogo porque "el país no entiende la altanería de confundir Gobierno de todos con partido, y eso ha ocurrido".

En la media noche de hoy entra en vigor la veda electoral que prohíbe la publicación de encuestas y la realización de actos proselitistas.

El próximo domingo, unos 2,6 millones de uruguayos votarán al presidente que asumirá el próximo 1 de marzo en sustitución de José Mujica.