Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Larimar y ámbar, dos milagros de la naturaleza dominicana

Foto tomada de twitter: @JSOSA7


Por: Indalecio Castellanos.

Larimar y ámbar son dos joyas naturales de República Dominicana que la gente conoce coloquialmente como la piedra azul o la piedra del amor la primera y la gema de la buena suerte la segunda.

El larimar tiene una historia joven pues fue descubierto en la década de los 70 por hombres asombrados que veían como extrañas piedras azules iban al mar arrastradas por los ríos de la provincia de Barahona.

El ámbar es una resina fosilizada que se escurre hace más de 60 millones de años por los árboles de algarrobo sembrados en los vastos campos de Santiago y Puerto Plata.

Estos dos regalos de la naturaleza Dominicana se constituyen en la materia de prima de exclusivos diseños de joyas que se venden en todos los lugares del mundo y son un verdadero orgullo nacional, que incluso tienen sus propios museos en el centro histórico de Santo Domingo y en Puerto Plata.

La búsqueda de las piedras azules

En una antigua casa que data del siglo 17, ubicada en pleno centro histórico de Santo Domingo, se encuentra el Museo del larimar, en el que es posible conocer la historia de esta piedra preciosa.

Aunque el hallazgo fue hace más de 40 años, su búsqueda se inició hace mucho tiempo, posiblemente con el mismo frenesí con el que los españoles buscaban El Dorado en las altiplanicies cundiboyacenses.

La guía del lugar relata que "la historia se inicia a principios del siglo pasado, con la solicitud formal elevada por el sacerdote de la parroquia de Barahona, el padre Miguel Domingo Fuertes Lora, para obtener el privilegio de explotación y explotación de las minas".

Sin embargo como suele ocurrir en los vericuetos de la burocracia en todos los países de América Latina, no se otorgaron los permisos para la explotación y como relata la funcionaria del museo, "las tales piedras azules quedaron en el olvido".

Era tanta la fascinación que ejercían estas piedras de matices azules, blancos y grises que caían al mar arrastradas por los ríos de la zona oriental de República Dominicana, que se conformaron comisiones que "le siguieron el rastro aguas arriba del arroyo Baurucu , logrando llegar hasta uno de los yacimientos ubicado en el paraje los Checheses".

El hallazgo

La encargada del museo es una mujer morena y excesivamente menuda para el promedio de la talla de las dominicanas y recita de memoria la historia de esta joya.

"La piedra de larimar es muy joven pues se descubrió en el año de 1974 por dos personas que trabajaban en el cuerpo de paz, Norman Riding y Miguel Méndez. Ellos pensaban que las piedras se encontraban en el mar, pero luego se estableció que se encontraban en minas y sus residuos llegaban arrastrados por las aguas de un río".

Y agrega que finalmente en el lugar en dónde se encuentra el mar con el río tuvieron nombre las pectolitas, como se les conoce científicamente.

Continúa contando que "Larisa Méndez se llamaba la hija de Miguel Méndez y en su honor se bautizó esta piedra, juntando el lari por Larisa y el mar, por el lugar a dónde van a morir estas piedras arrastradas por la fuerza del agua de los ríos".

Nuestra anfitriona en el museo tiene tiempo para insistir en que el larimar tiene poderes espirituales, por sus componentes del mar y aire.

La historia de esta piedra con la que se elaboran costosos collares, aretes y toda clase de joyas.

Una joya hecha de resina

El tiempo se encargado de construir verdaderas joyas, con la resina que chorrea lentamente por la corteza de los viejos árboles de algarrobo.

Este material que en algunos casos tiene más de 40 millones de años, contiene los insectos que quedaron atrapados con el paso del tiempo y fragmentos de hojas y cortezas, que le dan un toque realmente especial.

Los árboles sembrados en tierras y Santiago y Puerto Plata, permiten descubrir la visión de que algo de otros tiempos lejanos se quedó congelado para siempre en esta joya de color amarillo común, caramelo y rojo, principalmente.

También se cuenta que hay ámbar de colores azules y verdes, pero que cada vez es más difícil hallarlos y que por supuesto son mucho más caros.

Así como el larimar tiene su parte espiritual y es para muchos el símbolo del amor, el ámbar es considerado como la gema de la suerte.

https://media.rcn.com.co/audios/rcnradio/CroIndalecioLarimayAmbarAgo28.mp3