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Las huellas de Gabo en Zipaquirá

Para saber la importancia de Zipaquirá en la carrera hacia la universalidad de Gabriel García Márquez hay que entender que su colegio, el Liceo Nacional de Varones del municipio, formó parte de un cambio drástico en la manera en que sus contemporáneos colombianos veían el mundo.

Felipe Durán Carrón, estudioso del paso de Gabo por el internado, recordó que "en este internado durante cuatro años les leían todas las noches un capítulo de historia universal antes de dormirse y con un rector que era de la escuela Piedracielista de Poesía".

Los más viejos en Zipaquirá recuerdan que se decía que era un colegio, Masón y comunista, entonces a los jóvenes de alcurnia conservadora los llevaban a internos Bogotá.

Vale decir que el que parece ser el hito en los últimos años de formación bachiller de García Márquez fue su profesor de literatura a quien reivindicó como su mentor.

En vivir para contarla, García Márquez resaltó su estrecha relación con su maestro Carlos Calderón: "En todo caso las relaciones de alumnos y maestros eran de una naturalidad excepcional, no solo en las clases sino de un modo especial en el patio de recreo después de la cena".

Veinticinco años después de que le fue entregado el nobel al colombiano, Germán Fajardo, uno de sus compañeros de colegio, se encontró con el profesor de español Carlos Calderón Hermindia, quien le dijo "yo tengo tres grandes honores en mi vida: Son el de haber sacado un nobel, un hijo médico y una hija médica".

El influjo de ese docente huilense y el talento del estudiante de Aracataca se vieron desde sus primeros tiempos en el internado, como se puede advertir en el discurso que hizo en 1944 para sus compañeros más avanzados durante una graduación.

De hecho, de dicha composición se extrajo la muy conocida sentencia de Gabo "Yo no vengo a decir un discurso", quien en su adolescencia dedicó a la amistad de sus compañeros sus palabras.

"Hubiera llenado unos cuantos pliegos con anécdotas y sentencias, que al fin y al cabo no me hubieran conducido al fin deseado. Analizad cada uno de vosotros vuestros propios sentimientos, considerad uno por uno los motivos por los cuales sentís una preferencia incomparada por la persona en que teneis depositadas todas vuestras intimidades y entonces podréis saber la razón de este acto", escribió a sus 17 años.

Los habitantes de Zipaquirá continúan rindiendo tributo a la memoria de Gabriel García Márquez y recordando que su paso por ese municipio de Cundinamarca fue trascendental para su carrera como escritor.