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Las variantes viales y los pueblos del olvido

Un poco más de 15 años tuvieron que pasar para que la historia del municipio de Flandes, en el departamento del Tolima, cambiara de forma drástica luego de que una carretera con rumbo hacia Bogotá, lo sacara del mapa de rutas principales del país, convirtiéndolo en lo que podría considerarse como un pueblo del olvido.

Cada vez que Viviana Olaya, propietaria de un restaurante en este municipio de algo más de 27 mil habitantes, abre las puertas de su local sobre la única vía principal del pueblo, refleja en sus comentarios las remembranzas de lo que alguna vez fue: "Aquí había mucho turismo en un tiempo, mucho carro que llegaba de otras partes a comer aquí y eso desde hace unos años ha mermado, incluso en el sector del puente férreo; muchos han tenido que cerrar sus negocios porque no hay a quién venderles".

Un panorama similar a este, pero con menor afectación, se vive en el municipio de Fusagasugá, departamento de Cundinamarca, donde según lo que cuenta Adela Góngora, propietaria de otro restaurante, la llegada de la variante donde está el monumento a Lucho Herrera, les ha ido arrebatando de carrera los clientes que alguna vez tuvieron: "Pues nos mató en vida como dice el cuento y no se está haciendo nada, a duras penas lo de comer y pagar los servicios, antes uno se vendía los 200, 300 almuerzos; ahora si acaso se hace uno 50 mil pesos".

Actualmente existen tres variantes viales sobre la doble calzada Bogotá – Girardot, vía que comunica a la capital con los diferentes territorios del oriente del país y aunque según lo que cuentan los habitantes de Flandes y Fusagasugá se podría inferir un efecto negativo sobre las poblaciones que circunda; Fernando Oliveros, comerciante de Melgar, asegura que esto ha sido una bendición.

"Pues a mi toda la vida me ha ido bien aquí, yo llevo 19 años de estar aquí y gracias a Dios nunca he tenido problemas, primero trabajé como vendedor de almojábanas, luego me compré un carrito de avenas y he podido sacar adelante mi familia, gracias a Dios los turistas nunca faltan", asegura este vendedor a la orilla de la carretera en Melgar.

Ejemplos negativos como el de Flandes y Fusagasugá, los cuales son similares a los de poblaciones como Gualanday, donde quienes entierran a sus muertos, tienen que tomar la variante y pagar un peaje para regresar al municipio o a Chicoral, donde el único centro de recreación del pueblo quedará en el olvido con la construcción del desvío vial. Según Andrés Guzmán, director del Observatorio de Vías de la Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, se debe a una falta de planificación de estrategias.

"Yo creo que el gran error es que se ha planificado un desarrollo a largo plazo de las carreteras, sin tener en cuenta las fortalezas de cada uno de los territorios por donde van a pasar, realmente hay que mirar cuáles regiones se pueden potenciar y conocer qué es lo que producen y cómo se les puede ayudar", aseguró Guzmán.

Por otra parte y tomando el ejemplo del municipio de Melgar, Hernando Medellín, gerente de sostenibilidad de la concesión Ruta del Sol 2, asegura que el error que le costó el crecimiento económico a los municipios que decayeron con la construcción de desvíos en las carreteras, fue que nunca se prepararon para la llegada de nuevas vías y se conformaron con ser lugares de paso y no proyectarse como sitios de destino.

"La discusión no es por donde pase la carretera, ya que el conductor es quien debe tomar la decisión de detenerse o no en el centro poblado y la única forma para que lo haga, es porque va a encontrar un servicios que sean muy atractivos, tanto, que logren que tome la decisión de detenerse en el pueblo", aseguró Medellín.

Anteriormente la combinación de restaurantes, camiones y carreteras, era sinónimo de prosperidad para muchos comerciantes, sin embargo, según Telésforo Bernal, Alcalde de Flandes, la afectación de la variante de El Paso ha sido grande, por lo que la recuperación económica de su municipio, no ha sido tarea fácil.

"El tema del desarrollo vial es algo que no se puede parar, de eso somos conscientes, pero hemos visto cómo parte de la economía de la que dependíamos ha caído, principalmente con nuestro producto insignia que es el viudo de pescado, esto nos ha obligado a cambiar la mentalidad y fomentar el turismo, aunque es algo que se da mediante un proceso", aseguró el Alcalde de Flandes.

Ante este fenómeno social, que se viene presentando en el país con la construcción de nuevas carreteras, el Viceministro de Infraestructura, Carlos García, aseguró que desde el Ministerio de Transporte se empezarán a implementar estrategias de construcción, que vayan de la mano con el desarrollo de los municipios, con el fin de evitar traumatismos como los que se vienen presentando en la actualidad.

"Uno de los planes que en este momento está en manos de la Agencia Nacional de Infraestructura, consiste en que la variante se haga en un sentido por el pueblo y en otro por donde irá el desvío en un futuro, cuando ya veamos que el pueblo es autosuficiente y no necesita la carretera para sobrevivir, pues pasaremos la otra mitad de la variante donde lo estipula el proyecto original", aseguró el Viceministro.

Es así como mientras los entes territoriales y el estado encuentran una solución para que el desarrollo vial del país no siga influyendo en la caída económica de muchos municipios en el país, principalmente ahora que se iniciará la construcción de carreteras de cuarta generación, los comerciantes de las poblaciones que se están viendo afectadas, solo piden que les devuelvan a los camioneros, para seguir atendiéndolos, como lo han hecho durante toda su vida.