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Más de 200 voluntarios extranjeros enseñan inglés en Bogotá

Con el único propósito de convertir a 4 mil 500 aprendices del Sena en trabajadores más competentes, un grupo de extranjeros de tres organizaciones vino a Colombia a enseñar inglés.

El Sena contactó a CEO Volunteers Colombia, Hearth for Change, Partners of the Americas y logró traer al país 207 voluntarios, 80 de Estados Unidos, pero también de Irlanda, Jamaica, India y Australia.



RCN La Radio acompañó una jornada de clases en las instalaciones del Sena de la Primero de Mayo con la Carrera 30 a dos grupos de aprendices y sus respectivos instructores.

Allí encontramos a Santo Wilson Ortiz, llamado así porque nació en Semana Santa y quien da pasos más allá de lo que creía lograr en su sueño personal.

Señaló que "el inglés es demasiado esencial. Uno de mis ideales es irme para Canadá y lo más importante el inglés. Lo estoy logrando, es que el inglés que enseñan en el colegio es demasiado regular, si se puede decir, y ahora, con un profesor nativo es totalmente diferente".

Su profesor es Adrew Carstens, quien tiene apenas 23 años y proviene de Los Ángeles, California. Su clase dista mucho de la que dictan en el colegio ya que se aplica a la disciplina de sus aprendices y técnicos en soldadura.

"Yo estoy mezclando los términos generales que se tratan en soldadura con un inglés general. Estoy sacando verbos y palabras de videos de soldadura que enseñan a hacer proyectos chiquitos", indicó.

No niega que es complejo, para sus aprendices y a veces también para él, pero se compensa porque también es una escuela y un espacio para cumplir también su sueño.

"Siempre he tenido una curiosidad al respecto de Colombia: la cultura, las personas, la comida, siempre me interesó y ahora lo puedo conocer", agregó.

En el otro edificio del Sena un grupo de 20 mujeres aprende durante dos horas diarias.

"Que venga un voluntario americano como a dictarle clase a uno y que sea nativo le da como propiedad hablar en su idioma y así entendamos o no, comenzamos a escuchar que es lo más importante", dijo Loren Jaramillo.

"O entiende o entiende", indicó por su parte Paula Flórez, quien señaló que se acostumbran a su pronunciación, en una clase que se dicta en inglés.

Son aprendices de Phaedra Mangan, natural de Boston, quien llegó en marzo y se enamoró del país en su voluntariado.

"Llegué en marzo y me quedo hasta diciembre. Me gusta la comida, los jugos, la gente. Pero depende, si estoy en el TransMilenio no me gusta la gente", bromea en un fluido español que aprendió durante un año en España.

Su meta es llevar a los aprendices al nivel B1 para "comprender y producir textos claros sobre aspectos conocidos de su entorno laboral, académico o social, con un nivel de argumentación básico".