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Niñas dicen que sus sueños cambiaron por vacuna contra el Virus del Papiloma Humano

Son más de 400 niñas quienes en diferentes regiones del país aseguran que su vida y sus sueños han cambiado luego de haberse aplicado la vacuna del Virus del Papiloma Humano como la alternativa para prevenir esta enfermedad.

En cada pronunciamiento de las familias de niñas presuntamente afectadas por esta vacuna, hay un denominador común, se la aplicaron entre los años 2012-2013 en sus respectivos colegios y posteriormente quedaron afectadas.

En medio de las marchas por la Vida que se realizaron en diferentes regiones del país, en Bogotá, niñas en sillas de ruedas en medio de pancartas, elevaron su voz de protesta y aseguraron que son víctimas de la vacuna contra el VPH.

María Paula Salamanca, subcampeona mundial de patinaje, fue a Nueva York en el año 2012 en representación de Colombia a la prueba de 25 kilómetros y después de su competencia en medio de celebraciones y reconocimientos, llegó al país. Pero en el año 2013 se aplicó la vacuna y su vida cambió.

Me apliqué la primera dosis, no sentí efectos; la segunda dosis de la vacuna, ya me empezó afectar porque empecé a sentir síntomas que nunca había tenido, luego el 8 de septiembre no pude volver a caminar, posteriormente quedé hospitalizada durante dos meses y mi vida tomó un giro de 180 grados y nada es lo mismo”, afirmó María Paula.

La subcampeona mundial de patinaje aseguró que uno de sus sueños es seguir con su carrera deportiva, pero sus problemas físicos, según ella producto de la vacuna del VPH, le ha impedido volver siquiera a entrenar. Por ello le pidió al Gobierno que además explique este tipo de situaciones y que no las traten de ‘trastornadas’.

Quiero que el gobierno se ponga la mano en el corazón y deje de estarnos diciendo que estamos con trastorno mental, que estamos somatizando porque la verdad no es así”, agregó la subcampeona mundial.

Por su parte, Ángela Escobar, quien tiene 15 años, cuenta que su vida era normal entre reuniones con amigos y el estudio; pero su drama comenzó cuando se puso la vacuna; asegura que sus estudios y sus sueños se han visto coartados; la hospitalización ha sido frecuente y la inflamación en sus articulaciones impidió que pudiera seguir caminando.

Desde el tiempo en el que me aplicaron la vacuna yo empecé a decaer, me dieron migrañas, cansancio, mucha fatiga, dolores en las articulaciones y de un tiempo para acá las piernas me empezaron a fallar, lo brazos y me tocó a depender de mi familia, de mis padres (…) en el estudio me ha ido muy regular; he ido muy pocas veces; me toca adelantarme y prácticamente me toca pasármela en mi casa en la cama”, afirmó Ángela.

Este drama no sólo lo viven las niñas afectadas, sino la familia, las madres de estas menores quienes manifiestan que la incertidumbre crece porque al buscar respuestas, el Gobierno y las autoridades de salud no les dan ninguna explicación.

Para Mónica Ballesteros, mamá de Eliana, quien tiene 13 años; en el año 2013 se aplicó la vacuna contra el VPH y asegura que después de tener los síntomas, las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes no las escuchan y advierten que ni siquiera tienen el acompañamiento del gobierno para que las orienten con un tratamiento de recuperación.

Para nosotros es inhumano que unas niñas hayan tenido que cambiar los patines y la bicicleta por una silla de ruedas, eso no es justo”, afirmó la señora Ballesteros.

Actualmente estas niñas continúan con algunas terapias para poder movilizarse mejor, pero le piden a las autoridades competentes que tomen acciones frente a estas consecuencias que a ellas les ha dejado la vacuna del VPH.

Asimismo, solicitaron que el gobierno nacional conforme una comisión especial de investigadores para que realicen los estudios respectivos frente a los daños colaterales que puede tener dicha vacuna para que a otras niñas no les suceda lo que a ellas en los últimos años.