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Prisión para el hombre que atacó sede del partido gobernante en España

El desempleado español que había lanzado su automóvil, cargado de explosivos que no hizo estallar, contra la sede del gobernante Partido Popular en Madrid permanecerá en prisión a la espera de juicio, según una decisión que la justicia anunció el sábado por la noche.

"El juzgado de instrucción nº 32 de Madrid, en función de guardia de detenidos, ha ordenado hoy la prisión provisional comunicada y sin fianza" de Daniel Pérez Berlanga, de 37 años y originario de la provincia de Teruel, unos 220 km al este de Madrid, que el viernes por la mañana había sembrado la confusión en la capital.

Se le imputan "los delitos de estragos, tenencia de explosivos y daños", precisó la justicia madrileña en un comunicado, después de que la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, decidiera que no procedían los cargos por terrorismo.

"Tras analizar los hechos, la declaración policial que ha prestado el detenido y los efectos e instrumentos aprehendidos en el registro de su domicilio, el juez concluye que no se trata de un delito de terrorismo", había explicado una fuente judicial.

Pérez Berlanga fue detenido a primera hora de la mañana del viernes tras destrozar con su vehículo, un Citroen de color azul, la entrada del edificio donde está situada la sede del partido conservador del jefe del gobierno Mariano Rajoy.

En su interior llevaba un artefacto de fabricación casera consistente en 5,8 kilos de nitrato amónico mezclado con combustible y dos bombonas de gas butano, todo ello conectado a un iniciador rudimentario y un temporizador programado en 90 minutos que nunca llegó a activar.

"Era una carga explosiva importante", que de haber estallado "habría podido causar daños graves a la estructura de la planta baja y tal vez haber afectado a los edificios aledaños", en pleno centro de la capital, había precisado una portavoz policial.

Inicialmente el hombre afirmó a la policía que era un empresario arruinado. Posteriormente, la investigación concluyó que se trata de un desempleado que nunca ha tenido ninguna empresa.

Durante el interrogatorio, el detenido afirmó que afirmó después el jefe superior de policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez.

Según informaciones de prensa había estado bajo tratamiento psiquiátrico, lo que la policía no pudo corroborar