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Queman a 'Judas' en las calles venezolanas

Como parte de una tradición antiquísima, el domingo de Resurrección, los venezolanos salen a las calles a ahorcar y quemar muñecos de trapo que simbolizan a personajes odiados de la escena pública.

La ‘quema de Judas’, este año se hace con monigotes que tienen el aspecto de los presidentes Nicolás Maduro o Barack Obama, el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello o la representante del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena.

Parecido a la quema del Año Viejo que se hace en Colombia, los vecinos elaboran un muñeco con ropas viejas y calzado, pero con rasgos muy exagerados con la intención de reflejar la traición y la maldad de Judas Iscariote.

Los monigotes son puestos en algún poste, árbol o silla desde temprano, para que la gente vea y reconozca a los traidores, y en la tarde, son colgados con una soga y quemados, mientras se lee una especie de testamento en el cual los participantes se enteran de las razones por las cuales el supuesto personaje merece el castigo.

En Venezuela esta tradición tiene un significado simbólico de justicia social, pues para sus habitantes “es una forma de manifestar el descontento del pueblo frente a acciones de figuras públicas. El rito está siempre acompañado por una celebración porque se supone que al acabar con el mal que aqueja a la gente, resucitará lo bueno y lo próspero”.

Se dice que el primer Judas quemado en Venezuela se hizo en Cumaná en el año 1499, con un muñeco que simbolizaba a Américo Vespucio, como una forma de condenar la actuación “vivaracha” del conquistador que embaucaba a los indígenas americanos al cambiarles espejitos por oro y perlas.

Este año, la oposición venezolana ha hecho un llamado a través de las redes sociales para que la población aproveche esta tradición como forma de protesta contra las medidas económicas de Maduro, la escasez de alimentos, la devaluación de la moneda, la inseguridad y a favor de la liberación de los presos políticos.