Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Radiografía de las cárceles de Bogotá

En un recorrido por las cárceles Modelo, Distrital, Buen Pastor y La Picota el día de las visitas a los reclusos, se denunció desorganización en las filas, venta de los puestos, sobrecostos en la comercialización de artículos de aseo y aparentes maltratos por la guardia penitenciaria.

El día de visitas se convierte en un verdadero vía crucis, según las esposas, familiares, hijos y amigos de los internos de estos centros carcelarios.

"Aquí todo es negocio, todo es plata, desde los sellos, hasta la comida, los baños de los visitantes son deprimentes, huelen horrible, están tapados y nunca les hacen aseo", señaló Ana María, esposa de uno de los internos.

"Aquí si no tiene un peso, está jodido... Plata para la fila, plata para comer, aquí se vende desde una toalla higiénica en el triple de un paquete... Esto es injusto", afirmó.

En la lista de precios se encontró que un puesto en la fila de visitas cuesta 40 mil pesos. Una toalla higiénica 5 mil pesos, un almuerzo 10 mil, un minuto a celular 2 mil, gaseosas jugos y aguas superan el 50% del precio normal.

Familiares de los internos de las cárceles Modelo, Picota, Distrital y el Buen Pastor solicitaron a las autoridades competentes mejorar el ingreso de los visitantes a los centros penitenciarios.