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Lufthansa confirma que "el avión de Germanwings fue estrellado voluntariamente"

El presidente de la aerolínea Lufthansa, Carsten Spohr, dijo hoy que la compañía desconoce los motivos que llevaron al copiloto a provocar de forma consciente el descenso del avión en el que iban 150 personas, y estrellarlo.

Spohr afirmó que la compañía está "consternada" tras conocer la grabación de la caja negra del avión siniestrado de su filial Germanwings y dijo que "lo que ha ocurrido era inimaginable".

"Ni en nuestros peores sueños hubiéramos podido imaginar algo así", dijo el presidente de Lufthansa, que aseguró que la aerolínea selecciona el personal con mucho cuidado.

Spohr mostró absoluta confianza en sus pilotos y en los criterios de selección que tiene la mayor aerolínea de Alemania, y calificó lo ocurrido como "el acontecimiento más horrible en la historia de nuestra compañía".

El presidente de Lufthansa añadió que no hay manera de prevenir un accidente así y explicó que el copiloto había superado las pruebas médicas que se realizan una vez al año pero que tras la formación de los pilotos no se realizan pruebas psicológicas explícitas.

Spohr hizo hincapié en que los estándares de seguridad de Lufthansa son elevados y que volar es el medio de transporte más seguro.

Añadió que no hay manera de prevenir un accidente así y lamentó mucho lo que ha ocurrido.

Spohr también dijo que en caso de que un piloto pierda el conocimiento existe en la compañía un código propio y una señal. Si una vez activada, no hay respuesta, se abre la puerta de la cabina.

El copiloto del avión de Germanwings que presuntamente estrelló el Airbus A320 en los Alpes franceses se llamaba Andreas Lubitz, un joven nacido en la pequeña localidad de Montabaur, en el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania.

El copiloto, de 28 años, tenía una experiencia de 630 horas de vuelo y había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre de 2013.

Según el presidente de Lufthansa, en su formación se produjo una interrupción hace años, pero sostuvo que "era cien por cien apto para el vuelo, sin ningún tipo de peculiaridad".

Copiloto estrelló el avión Airbus320 voluntariamente, aunque no parece un atentado: Fiscal

Los investigadores de la colisión del Airbus A320 creen que el copiloto estrelló el aparato "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen, aunque en este momento "nada permite decir que se trate de un atentado terrorista".

El fiscal de Marsella encargado del caso, Brice Robin, explicó que el copiloto, identificado como Andreas Lubitz, de 28 años, nacionalidad alemana y no clasificado como terrorista, respiró "con normalidad" hasta el momento de la colisión en los Alpes franceses, según la grabación sonora recogida en una de las cajas negras.



Pese a que en los primeros 20 minutos el copiloto mantuvo una conversación "normal y cortés" con el comandante, después se escucha al comandante preparar el informe de aterrizaje en Düsseldorf, al que el copiloto responde de forma "lacónica".

Posteriormente, el comandante pide al copiloto tomar el mando -presumiblemente para ir a hacer sus necesidades- y se escucha el movimiento de una de las butacas y una puerta que se cierra.

En ese momento, cuando el copiloto ya está solo, acciona el sistema de descenso y ya no vuelve a hablar hasta el momento de la colisión.

"Ignoramos la razón, pero puede analizarse como una voluntad de destruir el avión", señaló Robin.

Posteriormente, a preguntas de los periodistas, remarcó claramente que en este momento no existe ninguna pista que indique que la colisión pueda haber sido consecuencia de un atentado terrorista.

Robin agregó que las víctimas no se dieron cuenta de lo que iba a suceder hasta el último momento, porque en la grabación no se escuchan gritos hasta poco antes del impacto.

"Al inicio del vuelo, se oye a la tripulación hablar normalmente y después se oye el ruido de una silla que se mueve, una puerta se abre y se cierra, ruidos que indican que alguien llama a la puerta y ya no hay más conversación a partir de ese momento hasta que se estrella", dijo esta fuente, que pidió no ser identificada.

Las identidades de la gran parte de los pasajeros que viajaban en el vuelo han sido reveladas pero los nombres de los pilotos siguen sin conocerse.

Una fuente de Lufthansa, que pidió no ser identificada, dijo que el copiloto del avión tenía 630 horas de vuelo de experiencia.

Por su parte, el piloto tenía 10 años de experiencia y más de 6.000 horas de vuelo, indicó el martes Germanwings.

En los últimos días, las autoridades francesas indicaron que todas las hipótesis sobre las causas del accidente estaban abiertas, aunque afirmaron que "no se privilegia la hipótesis terrorista".

"Por el momento no se excluye ninguna hipótesis", dijo el director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA, según sus siglas en francés), Rémi Jouty, aunque precisó que el avión no estalló en vuelo y "voló hasta el final" antes de desintegrarse por el impacto.

En tanto, los investigadores siguen intentado encontrar la segunda caja negra.

El fiscal de Marsella, Brice Robin, a cargo de la investigación informó que dará una conferencia de prensa a las 12H30.

Los familiares llegan al lugar

El miércoles los equipos de socorro comenzaron a recuperar los primeros cuerpos o restos de las 150 víctimas y este jueves los vuelos con familiares de las víctimas procedentes de Barcelona y Düsseldorf llegaron a una localidad cercana al lugar del siniestro.

Según la gendarmería se tomarán muestras de ADN a los familiares para facilitar la identificación de las víctimas.

Se hará todo lo necesario para "encontrar, identificar y entregar a las familias" los cuerpos de las víctimas, prometió el miércoles el presidente francés, François Hollande. La identificación tomará "días e incluso semanas", había advertido el fiscal de Marsella.

Por la mañana se reiniciaron las operaciones de rescate. Varios helicópteros transportan al lugar del accidente a médicos forenses acompañados de gendarmes especializados en la montaña.

El cielo está despejado en Seyne-les-Alpes, localidad del sudeste de Francia de donde salen los helicópteros, pero está algo nublado en el lugar del accidente, dijo un funcionario local.

No está previsto que las familias lleguen hasta el lugar del impacto, de muy difícil acceso, pero "llegarán lo más cerca" posible, dijo una fuente cercana a la investigación.

La región se ha movilizado con las familias. Varios habitantes pusieron a su disposición habitaciones y casas para que puedan alojarse en esta zona, donde los alquileres se disparan en temporada de esquí.

Un guía de montaña que se acercó al lugar del accidente dijo que no era posible ver restos humanos que fueran reconocibles. "Es increíble. Un Airbus es enorme. Cuando llegas y no queda nada (...) es bastante chocante", contó.