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Rousseff recibe este lunes a Putin en Brasilia

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibe este lunes en Brasilia a su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien repasará la agenda bilateral antes de la VI Cumbre del grupo BRICS, que ambos países integran junto con China, India y Sudáfrica.

Putin desembarcó este domingo en Río de Janeiro para asistir a la final del Mundial de fútbol, que disputarán Alemania y Argentina en el estadio Maracaná y para la que Rousseff ha invitado a una decena de jefes de Estado y de Gobierno.

Para el presidente ruso, esta final tiene un interés particular, ya que Rusia organizará el próximo Mundial, en 2018, pero el deporte quedará atrás a partir de mañana, cuando Rousseff lo recibirá en Brasilia con honores de Estado.

Putin ha llegado a Brasil con el mar de fondo que representa el conflicto de Crimea, frente al cual el Gobierno de Rousseff se ha mantenido "neutral" y ha instado a lograr una "solución negociada".

La posición de Brasil es incómoda, pues si bien mantiene unas relaciones privilegiadas con Rusia, incluso a través de los BRICS, también son muy estrechos sus vínculos con Ucrania, país con el que está asociado en un ambicioso programa espacial.

Fuentes oficiales brasileñas dijeron que Rousseff prefiere evitar referencias al conflicto de Crimea, aunque calculan que Putin pudiera citarlo en la reunión y aclararon que, si fuera el caso, la mandataria reiterará su consejo respecto a una salida negociada.

El principal interés de Brasil de cara a esta visita de Putin es la relación comercial con Rusia, que, según coinciden ambos países, no ha desarrollado aún todo su potencial.

Según datos oficiales brasileños, el comercio bilateral alcanzó el año pasado la suma de 5.560 millones de dólares, aunque la meta de ambos países es que llegue a los 10.000 millones de dólares anuales en el corto plazo.

Brasil también quiere dotar a sus exportaciones hacia Rusia de un mayor valor agregado y tener una posición más fuerte en el mercado ruso, en el que sus productos representan sólo el 2 % de las importaciones y se limitan a materias primas y alimentos.

Rusia, por su parte, apunta a fortalecer sus posiciones en Brasil en el área de defensa y concretar algunos negocios ya adelantados en el marco de un programa de modernización que el Gobierno de Rousseff ha diseñado para las Fuerzas Armadas.

En ese sentido, Rusia está a la espera de confirmar y suscribir un contrato para la venta de sus sistemas de defensa antiaérea Pantsir-S1, que se negocia desde hace al menos tres años y que hasta ahora no se ha concretado.

Brasil, sin embargo, sostiene que la decisión "está tomada" y que sólo falta ajustar algunos detalles técnicos del negocio, que pasa por la compra de tres baterías de misiles antiaéreos Pantsir-S1 y otras dos del modelo Igla, en una operación cuyo valor se calcula en torno a los 1.000 millones de dólares.

Asimismo, Moscú aguarda por un acuerdo en las negociaciones para la venta de 12 nuevos helicópteros Mi-35, modelo del cual Brasil ya adquirió otros 12 en 2008, de los cuales ha recibido 9.

Tras su reunión en Brasilia, Rousseff y Putin viajarán hacia la ciudad de Fortaleza, en el noreste de Brasil, donde el martes se unirán a los líderes de China, India y Sudáfrica para la VI Cumbre de los BRICS.

Junto con los líderes de las grandes economías emergentes, Putin y Rousseff volverán tras ese encuentro a Brasilia, donde el próximo miércoles participarán en la primera cumbre entre los BRICS y los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).