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Sean Connery podría ser detenido en España

El actor escocés y su esposa deberán declarar en un plazo de seis meses acerca de un caso de corrupción inmobiliaria en el sur de España.

En un auto de procedimiento abreviado, el magistrado da dicho plazo a Connery y a su esposa para declarar como imputados en el caso judicial relacionado con la recalificación de una parcela donde estaba el chalé en el que ambos pasaron sus vacaciones en Marbella.

El juez pide que se reitere a través de la Subdirección General de Cooperación Jurídica Internacional del Ministerio de Justicia español un "nuevo recordatorio" de la petición de ejecución de una comisión rogatoria librada a las autoridades judiciales de Bahamas.

El instructor señala que se espere su resultado por un "tiempo razonable de seis meses" y que, en el supuesto de que transcurra dicho periodo sin haber sido ejecutada la comisión, se deje ésta sin efecto, para resolver sobre si dicta "órdenes internacionales de búsqueda, detención y puesta a disposición" de la pareja.

En la resolución, que consta de más de 200 folios, se recoge que ha habido "todo tipo de impedimentos" para la práctica de las declaraciones de Sean Thomas Connery y su esposa, Micheline Anne Jeanne Connery, y detalla los trámites efectuados, que se remontan a mayo de 2010.

Según el instructor, aunque existen indicios de la participación del matrimonio Connery en la estructura societaria creada por un despacho de abogados de Marbella, "parece claro" que el control de ésta y las operaciones en las que intervino la pareja se llevaron a cabo por dos de los letrados procesados.

Malversación de caudales públicos, fraude, prevaricación administrativa, contra la ordenación del territorio, cohecho, negocios prohibidos a funcionarios públicos, uso indebido de secretos o información privilegiada, tráfico de influencias y blanqueo de capitales, entre otros, son los delitos investigados en este procedimiento.

A raíz de la documentación recopilada ha quedado "indiciariamente acreditada" la "operación defraudatoria" puesta en marcha -según el auto- por la firma Díaz Bastién & Truan Abogados para "ocultar los beneficios" que la promoción del conjunto inmobiliario Malibú generó a favor de los propios miembros del despacho que participaron en el negocio, así como al matrimonio Connery.

La operación policial que motivó la apertura de este procedimiento se denominó Goldfinger, en referencia a la película de 1964 en la que Sean Connery interpreta el papel del agente secreto británico James Bond.