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Sean los discapacitados bienvenidos al púlpito

Gran controversia ha causado hoy la publicación de un video donde aparece María Luisa Piraquive, madre de la senadora del movimiento MIRA Alexandra Moreno Piraquive, diciendo que las personas con defectos físicos no deberían predicar en un púlpito.

"Cuidado con la condición física de las personas que van a seleccionar para subirse a un púlpito. Hay gente que llega a la Iglesia sin un ojo, otros sin un brazo, sin una pierna, con algún defecto físico, y ustedes no pueden nombrar a esa persona como predicador, por causa de la conciencia, eso queda mal", señala Piraquive en el video grabado en una reunión de líderes de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional.

Son palabras realmente desafortunadas y equivocadas desde todo punto de vista. Se trata de declaraciones discriminatorias que nos remontan a la Edad Media y contradicen lo que dice la Biblia.

Es cierto que en el Antiguo Testamento hay versículos que se les prohíben la entrada a la congregación a las mujeres menstruantes o a los hombres que tengan “los testículos magullados”, entre otras características. (Deuteronomio 23:1) Pero todas estas prohibiciones hacen parte de la Ley de Moisés, que quedó abolida por la gracia de Jesús con su sacrificio en la cruz. (Romanos 6:14)

Desde mi punto de vista, integrantes del movimiento MIRA como el senador Carlos Alberto Baena y la senadora Alexandra Moreno han cumplido una labor destacada y honorable en distintos estamentos de la política colombiana durante la última década. Pero el silencio que han guardado luego de la aparición de este vergonzoso video no es conveniente. Es hora de que emitan un comunicado expresando su repudio por las palabras expresadas por la pastora María Luisa y aclarando en qué contexto se produjeron.

El año pasado tuve el privilegio de asistir a la charla que el predicador australiano Nick Vujicic vino a dar en el Parque Simón Bolívar de Bogotá sobre cómo vivir sin límites, un mensaje paradójico si se tiene en cuenta que él nació sin brazos ni piernas.

Verlo ahí, compartiendo la palabra de Dios con tal autoridad y pasión ante miles de personas, me hizo ser consciente de lo mimado y quejetas que soy. Si Nick, que tiene todos los motivos para maldecir al cielo por su condición y vivir amargado, ha decidido por el contrario vivir en victoria, sobreponiéndose  a la adversidad para dedicarse a hablar de un Dios de amor, ¿por qué no lo puedo hacer yo también?

Una última reflexión. Si a las personas que tienen algún defecto físico no se les permitiera predicar, el Evangelio no se habría expandido mundialmente y la Civilización Occidental no existiría, pues el apóstol Pablo confesó en su carta a los Corintios que tenía “un aguijón en su carne” (según los historiadores se trataba de un defecto en sus ojos) que realmente le incomodaba. A pesar de esto, Dios no se lo quitó y le respondió “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2 Corintios 12:7-9)

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*El autor (@HRestrepo) es director de Ventura Radio, la emisora virtual de música cristiana de RCN Radio. Puede escucharla en www.VenturaRadio.com

Envíe sus comentarios a ventura@rcnradio.com


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