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Sorpresiva renuncia de supuestos asesores del general Mora despierta inquietudes sobre diálogos en Cuba

La relativa serenidad con la que avanza el ciclo 34 de los diálogos de paz de La Habana se vio alterada este miércoles por una sorpresiva renuncia de tres supuestos asesores del general Jorge Enrique Mora Rangel, quienes -en una carta llena de críticas- califican de "perjudicial" la decisión del presidente Juan Manuel Santos de separar temporalmente al oficial en retiro de la mesa de conversaciones con las Farc.

En la carta, firmada por quienes se identifican como el mayor del aire general Ricardo Rubianogroot, el mayor general Víctor Álvarez Vargas y el contralmirante Luis Carlos Jaramillo Peña, los aparentes asesores consideran “desconcertante” la decisión del Jefe del Estado y que el general Mora “no esté en las conversaciones del punto del fin del conflicto, el cual toca temas ‘verdaderamente’” militares.

De inmediato, el ruido generado por la misiva alejó la atención de diferentes sectores del país de las conversaciones de paz en La Habana (que avanzan en el complejo punto de las víctimas) y se centro de esta dimisión. Y, de paso, surgieron inquietudes sobre los -hasta ahora- desconocidos asesores.

No solo aparecieron las críticas de sectores políticos alejados del Gobierno, sino que desde la Unidad Nacional y desde fuentes oficiales se vieron en la necesidad de desconocer a los mentados asesores de paz. Esto, en medio del silencio que sobre el tema ha guardado el propio general Mora.

La carta

Poco antes del mediodía del miércoles salió a la luz la carta de dimisión de los uniformados Rubianogroot, Álvarez Vargas y Jaramillo Peña. De acuerdo los tres asesores, renunciaron a su cargo al considerar como “perjudicial” el retiro temporal del general Jorge Enrique Mora de la mesa de conversaciones en La Habana.

Para nosotros fue desconcertante escuchar al señor Presidente en la reunión que sostuvimos algunos generales y almirantes de la reserva activa en el Palacio de Nariño el pasado martes 17 de marzo, confirmar que el señor General Mora tendría en el territorio nacional otras funciones que los separarían de la Mesa de la Habana (…)”, dice la carta.

Además, en la misiva los tres uniformados señalan que “Este episodio nos ha llevado a discutir y analizar la nueva situación que se nos hace inexplicable, llegando a la conclusión que el retito del señor General Mora de la mesa de negociaciones, aún cuando sea temporal, será perjudicial en general para la negociación”.

Después de estos argumentos, los asesores aseguran que es “nuestro deber y obligación presentar dimisión al nombramiento de asesores con el que fuimos distinguidos”.

Sin embargo y consultado horas después en el programa Voces RCN, el contralmirante Luis Carlos Jaramillo (uno de los firmantes de la carta) aceptó que su asesoría “no era un cargo oficial, no teníamos un contrato. Lo que hacíamos era dar recomendaciones. El Presidente (Santos) no nos dio ninguna indicación”.

El Gobierno los desconoce

Pero no solo desde el Gobierno sino en la Unidad Nacional le salieron al paso a la controversia que comenzaba a crecer y a generar polémica por la renuncia de los tres aparentes asesores del general Mora.

Fuentes oficiales le indicaron a RCN La Radio que desde el Gobierno no son reconocidos los tres supuestos asesores del general Mora como parte de la delegación en los diálogos de paz que se desarrollan con la guerrilla de las Farc en La Habana (Cuba).

Esas fuentes del Gobierno fueron más allá: advirtieron que los tres uniformados firmantes de la misiva de renuncia nunca han viajado a La Habana en medio de las conversaciones.

Asimismo, aseguraron que los funcionarios tampoco recibieron pagos por parte del Gobierno, por lo que nunca tuvieron contrato con la Presidencia.

Desde el Congreso de la República afirmaron que no es cierto que el general Jorge Enrique Mora tuviera tres asesores para el proceso de paz.

Según el senador Armando Benedetti, los tres generales que supuestamente renunciaron este miércoles, jamás fueron contratados como colaboradores.

El congresista dijo que todo se trató de una táctica de los enemigos de la paz para desprestigiar los diálogos con las Farc.

“Los supuestos asesores que renunciaron en La Habana, realmente no son asesores de Mora y no estuvieron en la mesa de negociación y nadie los contrató”, señaló Benedetti.

Agregó que “es obvio que son unos infiltrados con careta, de la derecha, para desestabilizar constantemente el proceso, esos son tácticas de la derecha, nadie nombró a esos tipos, esos tipos nunca fueron asesores”.

Otros sectores políticos le pidieron al propio general Mora entregar explicaciones a la opinión pública sobre lo que está sucediendo.

El senador Hernán Andrade (Partido Conservador) dijo que no hay que alarmarse por las decisiones tomadas por el presidente Santos en medio de la negociación con las Farc.

Siempre va a ser difícil el tema de la Fuerza Pública, que es un actor principal en el conflicto, pero en mi caso, creo que la ley es sabia y la autoridad civil que es el Jefe de Estado tiene la prioridad y también tiene la palabra el general Mora”, manifestó.

Para el uribismo, la dimisión de los oficiales afecta la prenda de garantía que tenían los integrantes de la Fuerza Pública en el proceso de paz.

La senadora María del Rosario Guerra (Centro Democratico) afirmó que “lo que vemos es que realmente hoy está céfalo el proceso de paz y más cuando va a comenzar el tema de las Fuerzas Militares en la mesa. Los intereses de la Fuerza Pública, son los intereses de los colombianos”.

Si están en una mesa de negociación, como mínimo tiene que haber un fuerza con toda la legitimidad y con toda la respetabilidad que defienda los intereses de la institucionalidad colombiana”, añadió.

Entretanto, el presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), general Jaime Ruiz, expresó que el retiro del general Jorge Enrique Mora de la mesa de negociaciones de La Habana pudo generar molestias, lo que provocaría la salida de estos tres asesores.

De acuerdo con el General (r) la salida de Mora puede ser por los pronunciamientos que ha hecho frente a la suspensión de los bombardeos y al manejo que se le quiere dar al desminado.

"Al general Mora lo necesitamos es en La Habana, allá estuvo dos años frente a la contra parte discutiendo el interés militar y sobre todo de seguridad y de defensa nacional, los conoce, los maneja y sabe de las estrategias utilizadas por la contra parte", señaló el oficial en RCN La Radio.

La asesoría de los generales

Ante el desconocimiento del Gobierno a los generales Rubianogroot, Álvarez Vargas y Jaramillo Peña, la consecuente pregunta era qué tipo de asesoría brindaban los uniformados al general (r.) Mora Rangel.

Nosotros acompañábamos al general Mora en sus funciones, pero no teníamos ningún nivel de empleo ni de subordinación con él. Estuvimos acompañándolo durante los dos años y medio que lleva el proceso”, señaló el almirante Jaramillo a RCN La Radio.

Y añadió: “Específicamente, facilitábamos un intercambio de información permanente sobre lo que escuchábamos aquí, mirando las reacciones de los compañeros de la reserva activa de las Fuerzas Militares y respondiendo a las inquietudes que se venían presentando, puesto que se recibía mucha información de las Farc y poca del gobierno”.

Además, dijo que gracias a esas labores de acompañamiento ellos aclaraban a sus compañeros militares las situaciones confusas que se podían derivar de la información que recibían sobre los avances del proceso de paz.

Jaramillo aceptó que “es cierto que nunca hemos estado en la mesa de negociaciones en La Habana. Lo que prestábamos al general Mora no era una asesoría informal, al responder a las informaciones provenientes del Gobierno, que los desconoció como asesores en los diálogos de paz.

Sin embrago, advirtió que “ era ‘formal’ porque el señor Presidente (Santos) tenía conocimiento de nuestras funciones. No era un cargo oficial, no teníamos un contrato. Lo que hacíamos era dar recomendaciones”.

Jaramillo fue enfático en su posición de apoyar las negociaciones de paz: “Eso viene caminando bien, y nunca se había avanzado tanto como en un proceso de negociación como en este y, por eso, las hemos estado apoyando y seguiremos apoyándolo”.

El alto militar dijo que la carta fue una decisión que tomaron él y sus dos compañeros de forma unilateral, sin ser consultada con el general Mora Rangel, aunque –señaló- que él conocía estas inquietudes.