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Unesco: cuando mejore tecnología se podrá acceder mejor al patrimonio cultural subacuático

Cuando mejore la tecnología, el ser humano se podrá acercar al patrimonio cultural subacuático, pero mientras tanto debe éste ser protegido de los buscadores de tesoros, los "nuevos piratas", indicaron el viernes expertos de la Unesco.

La Convención de la Unesco sobre la protección del patrimonio cultural subacuático, aprobada en 2001 y ratificada por 48 países, busca completar la protección patrimonial mundial, ante la persistencia de los saqueos submarinos de ciudades sumergidas y miles de navíos hundidos.

"Si extraes sólo una pieza estás destrozando un contexto arqueológico y natural que es lo que va a aportar la información
La comitiva busca informar sobre el convenio al gobierno uruguayo, que aún no ha ratificado la convención firmada ya por 17 países latinoamericanos, entre los cuales Argentina, Cuba, Ecuador, Honduras, México y Paraguay, el primero en hacerlo.

Para Mariano Aznar, catedrático español especializado en la protección jurídica del patrimonio cultural subacuático, "no es cultural y no hay nada de romanticismo" en la búsqueda de tesoros.

"Es una empresa que llevan a cabo los nuevos piratas" para "extraer objetos del fondo del mar, sin ningún tipo de cautela arqueológica y por lo tanto poniendo en peligro los objetos", señala Aznar, según quien éstos "buscan objetos preciosos que enseguida puedan introducir en el mercado lícito y sobre todo ilícito, para el beneficio personal".

"El arqueólogo va a publicar, investigar, escribir esas páginas de la historia; eso nunca lo hará el buscador de tesoros. Si adorna algo la pieza es para darle más valor en una subasta", enfatizó.

Los expertos creen que con la aprobación de la convención se reduce el espacio a los buscadores de tesoros.

Conservar 'in situ'

Según la Unesco, el ambiente marítimo global, el lecho marino y las líneas de costa están cada vez más explotados, y en consecuencia, los yacimientos arqueológicos sumergidos están amenazados por proyectos de desarrollo energético, construcciones, pesca de arrastre y turismo.

Según Aznar, la protección no es enemiga de emprendimientos económicos como la exploración de hidrocarburos 'offshore' porque permitirá crear "un régimen de seguridad jurídica" por medio del cual los inversores sabrán de antemano qué pueden hacer y qué no, y definir así dónde hacer un emprendimiento.

Además, la convención defiende la necesidad de conservar estos yacimientos arqueológicos en el lugar, "en tanto no existan medios tecnológicos, humanos y materiales para excavar y extraer todo ese material y conservarlo en perfecto estado", explicó Aznar.

El desafío en el futuro será poder acceder a este patrimonio sumergido.

"Hemos conseguido que el ser humano se acerque al objeto, luego traer el objeto al museo, en el caso del mar es más complejo. Pero cuando haya más tecnología se podrá hacer mejor, de ahí el principio de protección 'in situ'", señaló Aznar.

"Dejémoslo donde está, que es donde mejor se conserva, porque acaso nuestros hijos, en 25 años, tendrán la tecnología y los recursos para que el ser humano se acerque contextualmente a ese patrimonio", añadió.