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Virus del Papiloma Humano: la vacuna de la discordia

La vacuna contra cuatro tipos de virus de papiloma humano, que pueden provocar cáncer de cuello de útero ha generado opiniones dividas en Colombia y el mundo frente a las posibles reacciones que puede generar su aplicación, un hecho negado por especialistas y reclamado por los posibles afectados.

En Colombia, más de 200 menores de edad sufren de problemas de salud que atribuyen a la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Los hechos se han registrado en el departamento de Bolívar, en el norte del país, en donde los padre de las adolescentes han protestado para exigir al Gobierno respuestas a la crisis que sufren sus hijas.

Lo que parece ser algo nuevo en Colombia, es una situación que se ha venido presentado en otros países, especialmente en España, donde existe la Asociación de Pacientes Afectadas por la Vacuna contra el Papiloma Humano, liderada por Alicia Capilla, quien afirmó en RCN La Radio que el fármaco ha causado desde el año 2012 727 notificaciones de sospechas de reacciones adversas a la vacuna y tres casos de presunta muerte por su uso en su país. Capilla señaló que ha conocido los casos de varias de las menores afectadas en Colombia y que los síntomas coinciden con los que han reportado en territorio ibérico.

Capilla fundó la asociación en Valencia, España, cuando su hija de 14 años tuvo que ser ingresada tras recibir la vacuna y durante una larga batalla que tardó más de 5 años lograron establecer que su enfermedad que la dejó inmovilizada era una reacción adversa a la vacuna.

La presidenta de esta organización declaró además que no es necesario que niñas y jóvenes sanas se tengan que vacunar o se expongan a unos riesgos cuando existen medidas preventivas como es la citología, que no causa ningún daño en las personas. También señaló los síntomas como convulsiones, parálisis y pérdida de fuerza, en centenares de mujeres a nivel mundial, no son una casualidad.

Sin embargo, y pese a los reclamos, Nubia Muñoz sostiene que la vacuna está aprobada por distintos organismos internacionales y que las dosis recibidas por las niñas en marzo pasado no tienen nada que ver con los síntomas que presentan.