¡Reclamo mi derecho a ser mujer!

Reclamo mi derecho a salir a la calle y a los parques sin ser agredida, violada, asesinada.

Reclamo ese derecho sin que me digan, si me violan o me matan, que es culpa mía como se lo han dicho a Rosa Elvira Cely. Reclamo mi derecho a salir con amigos. Reclamo mi derecho a las noches y a las madrugadas sin que alguien considere que por salir en las sombras estoy tentando una agresión.

Reclamo mi derecho a vestirme como quiera sin que me acusen de provocar a los monstruos. Reclamo mi derecho a dejar la casa cuando me dé la gana para caminar, deambular, bailar o simplemente vivir más allá de las fronteras que algunos quieren poner a las mujeres.

Reclamo mi derecho a ser mujer plenamente con toda la libertad. Reclamo mi derecho a ser respetada en la calle y en la casa; mi derecho a ser amada y no golpeada.

Reclamo mi derecho a la justicia si alguien me agrede y que las autoridades me protejan como ordena la Constitución y no me culpen doblemente como hacen muchas veces los abogados que pretenden culpar a las víctimas de las atrocidades que hacen otros.

Reclamo mi derecho a la vida sin peros, sin condiciones, sin cortapisas, sin límites.