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Documento periodístico revela que Lady Di habría sido asesinada

La periodista española Concha Calleja habla sobre lo que pasó ese fatídico 31 de agosto de 1997, y los días posteriores, luego del accidente que acabó con la vida de la princesa Diana de Gales y el ‘playboy’ egipcio Dodi Al-Fayed.

Diana de Gales / Foto AFP




La periodista española Concha Calleja habla sobre lo que pasó ese fatídico 31 de agosto de 1997, y los días posteriores, luego del accidente que acabó con la vida de la princesa Diana de Gales y el ‘playboy’ egipcio Dodi Al-Fayed.


En diálogo con Voces RCN, la autora del libro "Diana: réquiem por una mentira", aseguró que fue intencionado el accidente en el que murió la madre de los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra.


Calleja se basa en tres hechos que dan pistas: primero, esa noche no funcionaban las cámaras de seguridad alrededor del túnel del Pont de L’alma, era el único sector de París que no estaba siendo monitoreado; segundo, la escena del crimen fue borrada al poco tiempo y todo fue recogido, cuando normalmente, las escenas de un crimen toman horas para ser inspeccionadas; y tercero, luego de que la ambulancia (que se demoró una hora en llegar) se saltara tres hospitales cercanos, terminaron llevándola a uno que estaba a seis kilómetros, en lo que se tardaron 45 minutos, en la madrugada, sin semáforos y con dos motos de policía abriéndoles paso.


Adicional a esos primeros indicios, el cuerpo de la princesa fue embalsamado inmediatamente, según cuenta Calleja, y no se le practicó autopsia, teniendo en cuenta que en la Unión Europea es obligatorio que los cuerpos de los fallecidos en muertes violentas pasen por ese procedimiento.


A pesar de esto, la causa de muerte fue catalogada como hemorragia pulmonar interna, como lo comprobó Concha Calleja.


Según la investigación periodística de Calleja, la versión principal que sostenía que el accidente se dio porque el conductor francés Henri Paul estaba borracho, es muy poco creíble.


Los testimonios que pudo recolectar de personas que estaban en el Hotel Ritz París, del que Paul era el subjefe de Seguridad, dicen que esa noche el conductor no estaba borracho y la misma Calleja aseguró que ni la princesa Dian, ni Dodi Al-Fayed se subieron a un carro conducido por un chofer en estado de alicoramiento.


Asegura Calleja que Henri Paul podía ser sobornable, según la información que tiene, y que es muy probable que los servicios de inteligencia necesitaran saber en qué momento la pareja iba a dejar el Hotel Ritz, para lo cual accedieron a la ayuda de Paul.


Según la escritora, al conductor le dieron, así, un itinerario en donde justo pasaban por un tramo en el que no servían las cámaras de seguridad; en contraprestación le dieron 12 mil euros, que se encontraron en su bolsillo la madrugada del accidente.


Más adelante, en el siglo XXI, cuando se emprendió un esfuerzo jurídico para esclarecer el accidente, se pudo establecer que el vehículo realmente iba a 95 kilómetros por hora, la velocidad permitida en esa avenida de París, y no a más de 200, cómo se dijo inicialmente.


También se supo, según lo que cuenta Calleja, que el Fiat blanco con el que el Mercedes-Benz (en donde se transportaba la princesa y el empresario) chocó esa noche, fue encontrado a las afueras de París, calcinado y con el conductor adentro.


“Diana se convirtió en un personaje incómodo, aunque en principio no fuera más allá de sus obras benéficas. La verdadera razón es que Diana empezó a ensombrecer a la Casa Real Británica, ya que nadie acudía a los eventos con la Reina o con el Príncipe de Gales, pero sí iban a los de Lady Di”, afirmó Concha Calleja.


La escritora y periodista señala que Diana estaba herida, como mujer, por el fracaso de su matrimonio, y se dio cuenta del poder que tenía a través de los medios, que manejaba a su antojo.


Sin embargo, Calleja también aclara que la princesa Diana no sabía la magnitud de los asuntos en los que se estaba metiendo. Muchos de esos temas eran políticos (como el de las minas antipersonales) y no era conveniente que ella los estuviera influenciando.


Concha Calleja hace particular énfasis del papel incómodo que hubiese tenido la princesa de Gales en el futuro de la monarquía británica: “Diana hubiese vuelto al palacio de Buckingham, ya no como princesa, sino como la madre del Rey; como la reina madre, una figura que pesa muchísimo”.


Sin embargo, la escritora también dice que Diana estaba enferma y que sus afecciones las somatizaba a través de la bulimia, en principio, y luego con la teoría del apego, porque tenía miedo al abandono.


Diana, según las palabras de Calleja, sufría de un amor enfermizo, que lo había heredado de la relación disfuncional de sus padres, y que continuó con el miedo a que el príncipe Carlos la dejara por Camilla Parker-Bowles, actual duquesa de Cornualles y esposa del heredero a la Corona.


Otra controversial afirmación que se encuentra plasmada en el libro de Concha Calleja es que el féretro que supuestamente transportaba el cadáver de Diana iba vacío, durante el funeral oficial del 6 de septiembre de 1997.


La autora afirma que Diana fue enterrada dos días antes, el 4 de septiembre, en la iglesia de Santa María la Virgen, en el pueblo de Great Brington, cercano a la propiedad familiar de los Spencer (la familia paterna de Diana), y donde están enterradas 20 de sus generaciones.


Todo esto se conoce dado que el 1 de septiembre de ese año abrieron la cripta familiar y la cerraron el día cuatro; la última vez que esa cripta había sido abierta fue para el funeral del padre de Diana, el 8vo conde de Spencer, que murió en 1992. Diana Había dejado escrito que su última voluntad era ser enterrada al lado de su padre.


Finalmente, Concha Calleja asegura que, aunque ambos príncipes fueron infieles durante su matrimonio, las fuentes que consultó le aseguraron que Carlos estaba decidido a que su unión con Diana funcionara, porque era una mujer que reunía todas las cualidades para ser reina.


Sin embargo, según Calleja, posiblemente las exigencias enfermizas de Diana fueron las causantes de la separación y de su posterior divorcio.