Ciénaga de Palagua, Boyacá: una historia de contaminación y resistencia
La explotación petrolera, los residuos orgánicos y el crecimiento de una planta invasora son algunos problemas de la Ciénaga.
Cuando conocimos a Miguel Alberto Rivera llegaba en una balsa, luego de haber pescado por más de dos horas. Se le veía cansado y un tanto desesperado porque solo pudo atrapar cuatro pescados pequeños.
"Hace quizá unos cinco años podíamos pescar una sarta (diez pescados) y con eso podíamos sobrevivir", cuenta Miguel de unos 35 años. Cerca también está Oved Vargas, de 65 años, quien recuerda que hace unos 30 años podía pescar hasta cinco o seis sartas en una hora.
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"Necesitábamos varias manos para manipular la red porque salían muchos pescados, todos grandes. Ahora veo con tristeza que algunas especies no las volví a ver y ya no se pesca como antes", mencionó Oved.
La ciénaga de Palagua ofrece múltiples beneficios, entre ellos ayuda a regular las inundaciones, alberga varias especies de vida, es sumidero de carbono, esencial para frenar el cambio climático.
Cuando les preguntamos a los pescadores por qué creen que había cambiado la ciénaga, ellos culparon a las actividades humanas: la explotación petrolera, la invasión de "tarulla", una planta verde que crece sin control y seca esta laguna, las aguas residuales que vienen desde el río Magdalena y llegan hasta la ciénaga, entre otros.
Una de las actividades con mayor impacto negativo ambiental en esta ciénaga de 1.100 hectáreas, ha sido la explotación petrolera, señalan algunos pescadores.
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Puerto Boyacá, en el departamento Boyacá, ha sido considerado uno de los municipios más petroleros del país, que en el caso ambiental ha generado enormes daños.
Cuenta la historia que en los años 80 se instaló un tubo que atravesó la ciénaga con el fin de transportar el hidrocarburo. Hace dos años fue desinstalado. Sin embargo, hubo varios derrames de petróleo durante el tiempo que tardó el tubo en este lugar.
La resistencia
A pesar de este panorama, a simple vista, la ciénaga se ve majestuosa. El agua es tranquila y se observa vida.
Hugo Díaz, biólogo de Corpoboyacá -la autoridad ambiental-, contó a RCN Radio que si bien existe un gran impacto ambiental por las actividades humanas reseñadas, el lugar ha logrado mantenerse en un buen estado.
"Estamos trabajando con las empresas petroleras para ayudar a resarcir el daño. También estamos en la realización del Plan de Manejo Ambiental, la hoja de ruta, para recuperar este ecosistema", señaló.
Cabe aclarar que con este Plan se espera saber también la dimensión del impacto negativo de las actividades humanas en la ciénaga de Palagua como la explotación de petróleo, la pesca insostenible, la expansión de especies invasoras y la llegada de aguas residuales de los municipios aledaños que no cuentan con plantas de tratamiento.
Díaz indicó que todavía no está listo el Plan porque aun falta concertar de manera presencial con las comunidades: "Esperamos en los próximos meses retomar".
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