Emprender, ¿riesgo que vale la pena correr?

En algún momento de la vida es viable hacerse la pregunta de: ¿qué tan feliz soy en lo que hago, profesionalmente hablando?, ya sea para reafirmar la calidad laboral que se tiene o para reevaluar los intereses profesionales. Hay quienes usan los conocimientos adquiridos como herramienta base para crear su propio negocio y ese es quizás, uno de los riesgos más grandes que toma el profesional de hoy.

Al emprender, se debe revisar la vida financiera actual (ingresos, deudas y gastos mensuales), la liquidez y la posibilidad de inversión.De acuerdo con el programa Colombia Aprende del Ministerio de Educación Nacional, “cuando se habla de emprendimiento se alude a personas innovadoras capaces de desarrollar oportunidades de negocios por su propia iniciativa; seres con cualidades para abrirse paso en sus respectivos campos de trabajo con organización e innovación”.

Según cifras del GEM (Global Entrepreneurship Monitor) Colombia, publicadas en 2016, la propensión hacia la creación de empresas nacientes y nuevas (TEA) de colombianos con postgrado fue del 33%, mientras que la propensión de colombianos sin educación primaria fue del 6%.  Casi el 90% de los empresarios colombianos nacientes y nuevos (TEA), consideró que tener una mayor independencia y aumentar sus ingresos fueron las razones más importantes por las cuales desarrollaron la oportunidad de empresa.

 

La Tasa de Actividad Empresarial Temprana (TEA) alcanzó uno de los valores más altos en la historia colombiana al llegar a 27%. La proporción de empresarios establecidos aumentó de 6% en 2014 a 9% en 2016. El grupo etario con la mayor propensión hacia la creación de empresas nacientes y nuevas (TEA) fue el de 25 a 34 años, seguido por el grupo de 35 a 44 años.En contraste, el grupo de 45 a 54 años presentó la mayor propensión hacia la creación de empresas establecidas.

 

Sí es posible ser feliz a nivel laboral. Sentirse realizado como ser humano y profesional, también es importante a la hora de trabajar.Esto genera mayor productividad e interés por crear, proponer y dar sentido a lo que se hace. Pero es necesario hacerse las preguntas, pensar sobre el tema y arriesgarse a serlo.