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El yoga y los habitantes de la calle

Por: Carlos Brand

Un grupo de habitantes de calle del centro Bakatá decora con esmero el pavimento al lado del hospedaje, justo en el centro del patio, ubicando plantas en igual número que personas para iniciar la terapia que más les gusta después del desayuno.

Una joven se quita su chaqueta de la Secretaría de Integración Social de Bogotá y ellos la imitan, ella se quita los zapatos y ellos sonríen apenados mientras se quitan los suyos y dejan sus pies sucios al desnudo.

"La mejor postura del yoga es la sonrisa", dice 'Zu', como le llaman a la profe. Ellos hacen parte de la terapia alternativa con la cual se busca que cambien su vida.

"El yoga nos está generando mucha paz porque nos está tranquilizando, nos está trayendo mucha armonía, yo siento mucha paz", dijo Manuel, un barranquillero que lleva 15 años en las calles y que le gusta de decir el Resort Bakatá, para definir el lugar que lo acoge.

https://youtu.be/BjEmUW8LAjg

La llegada diaria de habitantes de calle al centro Bakatá, no siempre se hace en las mejores condiciones, ya que muchos de ellos cruzan sus puertas ansiosos por la abstinencia de la droga o simplemente llegan drogados.

 

"No puedo hablar, paila", dijo otro de los asistentes a la terapia, quien sin embargo pudo sacar una sonrisa para decir que se sentía tranquilo.

En medio de semejantes dramas, algunos preguntarían, ¿para qué sirve el Yoga? el reto de conectarlos con el mundo está en manos de un equipo de profesionales de distintas áreas que incluyen profesores de está disciplina y con la que busca que ellos mismos intenten equilibrarse.



Zusana Hoyos, su profesora, piensa que "estamos en una sociedad en la que tenemos el cuerpo por un lado y el cuerpo por el otro y el yoga a lo que invita es como unirlos, y llegar acá en el momento presente, ayuda a controlar el estrés, nos da mucha conciencia corporal y mucha conciencia emocional".

Mauricio, otro de los participantes asiduos dijo que "Uno inhala todo lo que ha hecho, todo lo que ha consumido, pero también inhala un nuevo aire más puro, un aire nuevo y se relaja".

Muchos de ellos nunca habían sabido de algo como el yoga, es otra de las formas que tienen a mano para recuperarse a sí mismos, como el baño, el corte de uñas o de pelo. Aunque vulnerados por años de drogadicción, pueden verse a sí mismos de formas distintas, de formas más dignas.