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El limbo jurídico de la caza en Colombia

Foto referencial de Ingimage


Por Juan Manuel Ruiz y Fernando Posada

En Colombia, la Constitución permite la caza de animales, en varios casos específicos. Sin embargo, la última palabra la tienen las Corporaciones Autónomas Regionales frente a cuáles especies se pueden cazar en cada departamento. Esto ha significado un limbo jurídico para la actividad de la caza en Colombia.

El decreto 1608 de 1978, norma regulatoria de la caza en Colombia, explica que en el país existen cinco tipos de caza: la de control de especies, como en caso de invasiones; la caza de fomento, como en los casos de criaderos donde se busca brindar las condiciones más óptimas para una especie puntual; la caza comercial, que implica una ganancia económica; la caza con objetivos científicos y por último, la caza deportiva.

Todas, para poder ser practicadas en el país, requieren de permisos especiales, los cuales deben ser entregados por las Corporaciones Autónomas Regionales.

Pablo Vieira Samper, viceministro de Ambiente, explicó en RCN La Radio un proyecto en curso que busca ponerle fin a ese limbo jurídico en el que se encuentra la actividad de la caza.

"Las autoridades ambientales regionales establecen las especies que pueden ser objeto de caza. (...) En este momento estamos trabajando en un proyecto para modificar el decreto 1608 de 1978 donde se pretende incluir un aparte específico que reglamente la caza deportiva", sostuvo Vieira.

Desde el Ministerio de Ambiente se ha buscado reforzar, sobre todo, la lucha contra la caza ilegal de especies en vía de extinción como osos de anteojos, tigrillos, pumas y primates, que en Colombia han sido por décadas objeto de cacería y tráfico ilegal.

RCN La Radio pudo establecer que en Colombia cerca de 400 personas practican la llamada 'caza deportiva', con activas afiliaciones a clubes de caza.

En el país existen alrededor de 40 clubes de este tipo, que participan en torneos internacionales de caza, dada la falta de permiso para practicar esa actividad en Colombia.

Sin embargo, hay también quienes se refugian bajo la figura de subsistencia para cazar animales, en su mayoría aves. Esta es la única figura de caza permitida y sin necesidad de ser regulada. En su mayoría, protege a comunidades indígenas que viven todavía de la caza.

Miled Haikal, presidente del club Cazadores de los Andes, defendió la caza aunque afirmó que rechazan la muerte indiscriminada de animales que están en peligro de extinción.

"Esto no es una mano de asesinos viendo qué matamos y cómo nos bañamos con sangre. Condenamos vehemente a cualquier persona que mate especies que están en peligro de extinción. Pero hay recursos que existen y que se deberían poder aprovechar", sostuvo Haikal.

Además, añadió que las CAR de todo el país no han reglamentado cuáles especies pueden ser cazadas. Por cuenta de eso, Haikal sostiene que en Colombia la caza es legal pero no está permitida por las autoridades regionales.

RCN La Radio contactó a la CAR de Cundinamarca, para conocer su posición frente a la caza. Efectivamente, en el departamento, todas las formas de caza son consideradas ilegales.

"Evitemos cazar. Existen muchos animales de nuestra fauna que están hoy en peligro de extinción. Estamos todos obligados a procurar su conservación", sostuvo Alfred Ballesteros, director de la entidad regional de Cundinamarca.

Pero también, poniendo sobre la mesa casos de otras nacionalidades, en Alemania, hay quienes estiman que cerca de la mitad de la población alguna vez ha practicado la cacería. Por otro lado, en Estados Unidos hay más de diez millones de cazadores registrados ante las autoridades ambientales.

En cambio, en Colombia la caza nunca ha sido una tradición. "Existió alguna vez, muy precaria y sin ningún tipo de control", precisó Haikal. Tanto que en la actualidad se encuentra pendiente de ser aprobada por la plenaria del Senado un proyecto de ley que busca penalizar las conductas de maltrato animal.

El representante Juan Carlos Losada, autor del proyecto y activista del animalismo, sostiene que la caza cabe plenamente como un caso de maltrato animal dentro del proyecto que busca penalizar esa conducta y que declara como seres sintientes a los vertebrados.

"Ese principio de que los animales están a nuestra disposición, simplemente para satisfacer entretenciones banales. Eso es lo que sucede detrás de algunas de las cazas que se han querido disfrazar de caza deportiva", dijo Lozada al respecto.

Por su parte, Fabián Sanabria, profesor del departamento de sociología de la Universidad Nacional, sostuvo que el sufrimiento o la muerte de seres vivos no puede ser tolerado como una actividad de diversión.

"Es desconcertante para las nuevas generaciones que existan hombres y mujeres que gocen con una escopeta disparándole a un animal. (...) En principio la caza como deporte sí debería ser prohibida por las legislaciones de los Estados", afirmó Sanabria.