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Liceo Lunita de Chía
liceolunita.edu.co

En tiempos de Covid-19, la educación cómo casi todos los aspectos de la vida han sufrido cambios drásticos. El internet y la virtualidad se han vuelto prácticamente indispensables en la labor de los maestros y el día a día de los estudiantes. 

Sin embargo, el confinamiento ha generado una emergencia económica y a su vez ha puesto al descubierto la brecha social que existe desde hace muchos años en el país. Brecha que se ve reflejada en las barreras que enfrentan miles de estudiantes para el acceder a la tecnología.

Y es que en pleno 2020 cuando el internet es exhibido como uno de los mayores logros de la humanidad, símbolo de la globalización y el futuro de la economía, hay millones de personas que no tienen los medios para acceder a la red. Parece normal tener el mundo al alcance de la mano gracias a un teléfono inteligente y un plan de datos, pero en realidad esto es un privilegio ligado al poder adquisitivo.

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Elizabeth Barrera es la rectora del Liceo Lunita de Chía, un colegio privado que brinda educación a estudiantes de estratos uno y dos en el municipio de Chía, Cundinamarca. El centro educativo cuenta con 375 estudiantes matriculados en los niveles de preescolar, primaria y bachillerato. Algunos de estos menores pertenecen a las comunidades indígenas de los municipios de Cota y Chía.

Con la llegada del coronavirus y la imposición del confinamiento, quedó al descubierto que muchos estudiantes no tienen internet en sus hogares, mucho menos un plan de datos, y algunos ni siquiera tienen ningún dispositivo para acceder a las clases virtuales, ni un teléfono inteligente, ni un computador, ni una tableta digital, nada.

Ante esta dificultad, el colegio decidió prestar los computadores de la sala de sistemas.  "Empecé a preguntarles uno por uno a los estudiantes, y les pedí que sin pena me dijeran quienes no tenían computador, porque de nada me sirve tener computadores si no tengo estudiantes,  empezaron a llegar los niños con esa felicidad a llevarse los computadores para sus casas", cuenta Rivera en diálogo con RCN Radio. 

Según el más reciente reporte del Ministerio de las TIC,  "actualmente, Colombia tiene 24,3 millones de conexiones a internet (entre fijo y móvil 4G) con una velocidad superior a los 10 Mbps". Y en materia de hogares el país "pasó de 6,56 millones de conexiones de internet fijo a 6,95 millones".

El último censo del DANE (2018) da cuenta de la existencia de 14.243.223 hogares, teniendo en cuenta que de los 6,95 millones de conexiones fijas a internet muchas de ellas son de oficinas, se puede establecer que menos de la mitad de los hogares en Colombia cuentan con acceso a la red.  

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Es el caso de los estudiantes del Liceo Lunita en Chía, según cuenta la rectora "son 100 computadores en el aula (de sistemas) hemos entregado 45 hasta el momento (...) hay estudiantes que me llaman y me dicen no tengo datos y pues les hacemos la recarga". 

Chía es una ciudad que queda a menos de una hora de la capital del país, sí las dificultades para el acceso a las herramientas de educación virtual no son ajenas a Bogotá ni a las grandes urbes, la situación es mucho más compleja en lugares recónditos y alejados de la geografía nacional. 

Lejos de romantizar las dificultades económicas que sufren las familias, vale la pena resaltar el esfuerzo de los maestros y administradores en tiempos de crisis.

"Yo no le estoy cobrando a nadie porque sabemos que no hay plata, cada quién paga lo que puede, algunos 20 mil, otros 50 mil pesitos, o de pronto algún papito me llama y me dice que no tiene plata pero que él hace tamales y con eso nos puede ayudar, y hemos podido pagar la nómina y lo más importante tener a todos los niños estudiando", aseguró Barrera. 

Aunque los últimos gobiernos han hecho importantes esfuerzos por cerrar la brecha en materia digital aun queda mucho camino por delante, por ahora, no queda más remedio que aprender con computadores prestados.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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