En un viejo Renault 4 vive una familia y sus seis perros en el sur de Bogotá
La dura realidad de esta familia colombiana
A don José Gregorio García, de 76 años de edad, y a su esposa María Antonia, de 51 , no les quedó otra opción que irse a vivir en su viejo Renault 4, que como decía el comercial que lo publicitaba en la década de los setenta, es “el amigo fiel ,grande en capacidad”, y en esta caso una realidad para la familia, pues se convirtió en su dormitorio y guardería canina.
José Gregorio se ganaba la vida en un pequeño taller automotriz en el municipio de Funza , donde era soldador de radiadores y exostos, pero por la pandemia hace dos años tuvo que cerrar el negocio que fue su sustento durante 30 años, quebró y no pudo pagar más los seiscientos cincuenta mil pesos por el arriendo por un apartamento en el barrio Agua Clara en Bogotá.
Con la venta de la herramienta y otros elementos del taller, se fue en el Renault 4 con su mujer y sus tres hijas de 13, 15 y 16 años al Espinal, Tolima, con el sueño de criar marranos y gallinas e iniciar una nueva vida, con tan mala suerte que la pequeña finca que les alquilaron se inundó por una creciente de la quebrada aledaña y perdieron lo poco que les quedaba.
Arruinado, José Gregorio regresó a Bogotá, cerca al barrio donde residía en la localidad de San Cristóbal , donde vive su suegra y una hermana de su mujer, pero allí no hubo cama para tanta gente, ni para sus seis perritos; les permitieron que sus hijas se quedarán a dormir en colchonetas en el piso, pero al matrimonio le tocó buscar en otra parte y el amigo fiel fue la solución.
Desde hace un año duermen en el carro, junto con las seis mascotas , el cual también utilizaban para recoger botellas, cartón y otros desechos reciclables para vender y tener algún dinero, con la mala racha que un soporte del motor se pudrió y ya no se pudo mover más el vehículo que permanece estacionado en la carrera 11 A este con calle 17 sur, en el barrio San Cristóbal.
Gracias a una publicación, les ofrecieron una casa pre fabricada pero deben tener un lote para ello, algunas personas les han donado mercados o dinero que les ha servido para ayudar a sus hijas y a la suegra que les da alojamiento.
La Secretaría de Integración Social del Distrito les prometió ayuda con los uniformes y útiles escolares de las niñas, pero hasta ahora es solo una promesa. En el colegio ya les advirtieron a las tres estudiantes que si no van uniformadas no podrán ingresar.
Doña María Antonia, la esposa de José Gregorio, dice que ya están muy cansados de dormir en el carro, tienen problemas de salud por la incomodidad y tener que compartir el espacio con los perros.
“Lo que necesitamos es que una empresa, o una fundación o alguien de buen corazón por favor nos ayuden para comprar el lotecito porque hay una señora que nos va a reglar una casa prefabricada pero nos dice que debemos tener el lote, me pueden llamar al celular 304-4048992 para cualquier inquietud”, suplica José Gregorio.
Los invitamos a escuchar a continuación en el Podcast Croniqueando con Jairo Tarazona, la historia de una familia que vive en un viejo Renault 4 con sus 6 perros…
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