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La lucha de una transgenerista para conseguir vivienda

Victoria Velásquez / foto RCN Radio




Por: Carlos Brand

Victoria publicó un aviso desesperado en un grupo de Facebook porque no encuentra apartamento o habitación para rentar y aunque tiene codeudor, carta laboral, y referencias ha sido rechazada por ser una mujer transgénero y con modificaciones, a tal punto, que se vio obligada a poner su foto en las solicitudes, para que los homofóbicos puedan descartarla y no le hagan pasar la pena.


"Es más que todo por mi apariencia y mi orientación. Eso hace aún más complicado arrendar que para una persona 'normal'; son muchas las excusas que dicen para a la final decir no", cuenta Victoria.


Victoria apela con frecuencia a la palabra “normal” dibujando las comillas con las manos: "Normal para la sociedad, pero vaya uno a correrse de la línea un poquito y le gusten cosas diferentes y lo tildan de malo".


Es única porque decidió construirse a sí misma como una obra de arte. Por ejemplo decidió que era mujer y no hombre; decidió que la parte blanca de sus ojos debía ser roja y que su mejor forma era con un tatuaje en el lado derecho de su cabeza y una expansión en la oreja del otro lado.


"Una vez estuve hablando con una persona ‘católica, apostólica y romana’. A lo último no cuadramos nada pero sí se atacó un poco conmigo, después de que le dije que era trans me dijo que no aceptaba personas homosexuales, travestis y drogadictos, como si fuera lo peor de la vida, ¿ves?", describió.


A los 20 años, Victoria Velásquez tiene muy claro que su lengua bífida, sus colmillos, sus tatuajes y sus decenas de piercing la hacen única, pero su autenticidad no ha podido evitar el desprecio de otros.


Habla con mucha timidez aunque su apariencia sea atrevida: "Era complicado cuadrar con las personas, tener que contarles toda mi historia y saber sí tenían problema con eso, entonces para hacerlo más fácil puse la publicación así, y mi foto también para que de una vez sepan, y aún así ha sido complicado".


Entonces, aunque su apariencia es producto de una gran sinceridad ha chocado con una sociedad conservadora. Las excusas resultan hasta divertidas si se olvida el hecho de que se siente menospreciada, excluida y maltratada.


"En el momento disimulan toda la película, pues depende de la persona", corrige al recordar algo: "porque una vez fui a un apartamento y el señor sí se comportó súper guache, desde que nos saludó. Él ha sido como el peor, los demás han sido como más respetuosos, por decirlo así, que ya arrendé la habitación que ya pasaron los papeles, pero ya cuando me he ido".


Ella, como muchos, se levanta cada mañana a trabajar, estudiar y salir adelante, por eso contacta las distintas ofertas. A estas alturas no sabe si en la descripción telefónica a sus posibles arrendadores debe decir deliberadamente que es transexual y tiene colmillos.


Ella también busca valores en quien quiera acompañarla en su proyecto de rentar una vivienda. Cree en el valor del trabajo y en la responsabilidad, aunque quienes no han querido asociarse con ella deben creer más en el valor de la normalidad.


El rechazo a ser inquilino de Victoria en particular y de los miembros de comunidades LGBTI en general no es una percepción, es una estadística de la encuesta bienal de culturas que indica que los bogotanos prefieren vivir entre asesinos y corruptos, que entre homosexuales, como advirtió el director de asuntos LGBTI del Distrito, Carlos Prieto.


"De hecho, la encuesta Bienal de Culturas de Bogotá (sin preguntar de manera expresa el tema transgénero), evidencia, entre otras cosas, que un bogotano o una bogotana promedio prefiere tener de vecino a un narcotraficante, un delincuente, un político o un famoso y no a un gay, eso evidencia que estamos cargados de prejuicios", indicó.


Al final de la publicación de Facebook, Victoria se vio obligada a poner su foto, para que la gente que pudiera arrendarle no le haga pasar la pena de verla a la cara mientras se inventa alguna excusa.