¿Qué pasará con los migrantes venezolanos desalojados en Bogotá?
La administración distrital desmontó este martes el campamento humanitario donde permanecían decenas de estos ciudadanos extranjeros.
En relativa calma se cumplió este martes el desmonte del campamento humanitario El Camino que, desde el pasado mes de noviembre, se instaló en el occidente de Bogotá para atender a los cientos de migrantes venezolanos que salieron meses atrás del vecino país, buscando nuevas oportunidades en Colombia.
Cuando fue instalado este albergue provisional, unas 500 personas hacían presencia en el lugar y paulatinamente empezaron a migrar a otras partes de Colombia y Suramérica.
Para el cierre del campamento quedaron al menos cien personas, quienes salieron con sus pertenencias a buscar un nuevo rumbo. Otros, por su parte, decidieron quedarse en la calle, a la intemperie.
Desalojo de campamento humanitario para venezolanos, en Bogotá
Tras el desmonte del campamento no quedó ninguna carpa, solo algunas de las cosas que dejaron quienes por más de dos meses se alojaron en el sector de Engativá.
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Aunque algunos de los ciudadanos venezolanos que se encontraban allí se trasladaron a zona de frontera, otros prefirieron quedarse en la capital de la República.
El procedimiento de desalojo estuvo liderado por la Secretaría de Integración Social, la Secretaría de Seguridad, Migración Colombia y la Policía Nacional, que acompañaron a los migrantes en su salida.
“Tenemos 230 servidores que estarán brindando atención a los venezolanos. Acompañaremos a las 83 personas en su salida, se les brindó un espacio para que guarden sus cosas y otros tendrán servicio de trasteo para quienes arrienden viviendas en Bogotá y Soacha”, dijo Cristina Vélez, secretaria de Integración Social.
El futuro de los venezolanos
Aunque 80 de los venezolanos que se encontraban en el campamento salieron hacia zona de frontera, otros tantos quedaron en la zona sin saber a dónde ir.
Ante esta situación, el Distrito reiteró que no permitirá campamentos improvisados en otras zonas de la ciudad.
“Vamos a estar atentos de lo que pase con esta población. Es importante que se sepa que no podrá hacerse campamentos ya que el Código de Policía no permite que se invada el espacio público. Vamos a atacar también la mendicidad en los próximos días en semáforos y vía pública”, indicó el secretario de Seguridad de Bogotá, Jairo García.
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Uno de los ciudadanos del vecino país, quien fue desalojado del campamento, aseguró que aunque tiene permiso de permanencia y quiere trabajar, “no tengo donde vivir”.
“No acepté irme en el bus porque quiero empezar mi vida en Bogotá; en mi país no hay oportunidades y volver sería un error”, aseguró.
Otro de ellos, por su parte, indicó: “Me voy a vivir a donde un familiar unos días en Soacha. No tengo un permiso de trabajo y con mi bebe de tres meses es difícil conseguir algo. Gracias por las ayudas pero nuestra situación es difícil”.
La Administración de Bogotá señaló que ha invertido más de $40 mil millones en tema sociales y de salud (como psicológica y médica), junto a atención educativa, en favor de los ciudadanos del vecino país que llegaron a la capital de la República.
Se destaca que en el presupuesto de 2019, el más alto de la historia de la ciudad, también habrá recursos destinados para esta población.
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