Unilago 70 años atrás en Bogotá: Así se veía el hermoso lago antes de ser un sector comercial
La historia de cómo este lugar antes fue un centro de esparcimiento para los bogotanos de la década de los 30.
Hacerse a la idea de cómo era la Avenida Carrera 15 de Bogotá y sus alrededores hace unos setenta años (o más), no está lejos de cómo se ven las calles actualmente cada que los torrenciales aguaceros hacen de las suyas en la capital.
Lo que hoy es uno de los sectores comerciales más importantes para el comercio de dispositivos tecnológicos, hace más de siete décadas era un sitio de encuentro para el esparcimiento de los cachacos.
En aquel entonces, para tener acceso a lo que era un sitio de encuentro para pasar el tiempo libre, bastaba con tomar el tranvía hasta la 72, para después dar un paseo por el lago que en aquel entonces, era completamente navegable.
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Allí, una de las principales que convocaba a los ciudadanos, eran los vuelos que hacía el reconocido Camilo Daza, el primer colombiano en pilotear un avión.
Aquel lugar era conocido como el parque ‘El Gaitán’, llamado así no por el caudillo liberal, sino por José Vicente Gaitán, el propietario original del predio en el que construyó el lago y el parque.
Paseo en bote en el parque Lago Gaitán. Hoy en día: Centro Comercial Unilago.
— Historia Bogotana (@historia_bogota) May 18, 2022
Fuente: @RevistaCromos, año 1936. pic.twitter.com/a94sdHCd6a
Además del esparcimiento que había en el lugar por la naturaleza que lo componía, también se llegaron a construir unas tantas atracciones que lo convirtieron en uno de los principales centros de esparcimiento, siendo construido durante la alcaldía de Jorge Eliecer Gaitán, entre 1936-1937, según registra la Biblioteca Digital de Bogotá.
Sin embargo, solo los escombros quedaron de aquel lugar tan querido en la década de los 30 y que se armó de edificios hasta convertirse en el centro de compras tecnológicas más importantes de la ciudad.
Fue a causa de las construcciones y ampliaciones hacia el norte que el lago fue secándose poco a poco, hasta que de él se conociera solo el polvo.
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Así las cosas, el terreno empezó a aprovecharse para construir viviendas familiares, tiendas, panaderías, que fueron urbanizando todo el sector, hasta ser comercializado por completo.
Cabe resaltar que en varias ocasiones ha sido noticia el hundimiento de los edificios que han sido construidos allí y las respuestas, según expertos, tiene que ver con el nivel de agua con el que cuenta el suelo, teniendo en cuenta sus antepasados.
Actualmente, además de tener centros comerciales como Unilago, este sector también es aprovechado por el comercio informal y demás tiendas que aún permanecen, en las que se encuentra todo tipo de artículos.
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