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Celadora retenida en conjunto residencial de Bogotá
Celadora retenida en conjunto residencial del norte de Bogotá
LA FM

Durante un mes Edy Fonseca, guarda de seguridad, asegura que estuvo retenida en un conjunto residencial, ubicado en el exclusivo barrio Los Rosales, en el norte de Bogotá, debido a que la administración del edificio le ordenó que debía quedarse allí y no podía salir a su casa porque podía contraer el coronavirus.

La mujer contó su drama señalando que vivió esos días en condiciones infrahumanas y sin poder ver a su hija y a sus dos nietos, porque la amenazaron que si salía perdía su trabajo.

“Un mes duré retenida en la cuarentena, me tenían encerrada, éramos tres celadores y a mis dos compañeros les cancelaron sus contratos, me dejaron sola como responsable y no me permitían salir a mi casa”.

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Edy, de 51 años y con diabetes, no entiende porqué no le permitían ir a su casa si los residentes del conjunto entraban y salían, además de los domiciliarios, y el virus podía traerlo cualquiera.

“La administradora y el presidente del consejo me dijeron que no podía salir, que el edificio estaba en manos mías, y si me iba perdía mi trabajo”, indicó la mujer en La FM.

Ella tuvo que asumir turno de 5:30 am a 9:00 pm todos los días, y si algún residente salía después de ese horario o llegaba un domicilio, era ella quien debía abrir la puerta.

“Yo dormía en la oficina de administración que queda en el semi sótano, y ahí tuvieron que fumigar porque había ratas. Para bañarme había un baño pero no había desagüe, entonces me tocaba bañarme dentro del balde”.

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Aseguró que los residentes no tenían conocimiento de lo que estaba sufriendo ella, de hecho algunos le llevaban comida, “pero el presidente del Consejo se dio cuenta a través de las cámaras, me llamó y me regañó”.

En medio del estrés que sufría por no poder ir a su casa, la sobrecarga laboral que tuvo que asumir porque no tenían un compañero para entregar turno y la depresión en la que se sumió, comenzó a enfermarse.

Indicó que una médica que residía en ese conjunto la vio enferma y la ayudó con un suero y un medicamento, pero esto no fue suficiente y el 23 de abril se agravó.

“Me levanté con mi cara torcida, me sentía decaída, un residente me vio muy mal y llamó a la ambulancia, cuando me atendió la paramédica me dijo que estaba muy estresada, que estaba mal, me fallaba hasta la respiración”.

Cuando era atendida, confesó que se le acercó el presidente del consejo y la amedrantó: “Me dijo el problema en que usted nos metió, no cuente más con su trabajo, esto porque yo le conté a la paramédico porque me preguntó que por qué estaba estresada”.

Tuvo que ser trasladada a la clínica Palermo y cuando le dieron de alta regresó a casa.

Edy ya radicó la denuncia ante la Fiscalía y este viernes lo hará ante el Ministerio del Trabajo y la Superintendencia de Vigilancia.

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Su abogado Nixon Forero afirmó que la respuesta de la administración ha sido que ella firmó el contrato libremente, “pero se les olvida que en ninguna parte decía que tenía que trabajar día y noche”.

“Ellos se olvidan que el presidente del consejo cuando la señora fue auxiliada, le dijo que había perdido su trabajo y que ella se lo había buscado y fue despedida. De hecho le han mandado cartas pidiendo que dé información y por qué no ha vuelto a trabajar cuando ella está incapacitada”.

Fuente

Sistema Integrado Digital

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