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De Bojayá a Milán; la chocoana que está a pocos pasos de las pasarelas de Italia

Una máquina de coser, algunos retazos de tela y el impulso por crear su propio vestuario hicieron que Cléiner Cabadías, una joven chocoana víctima del conflicto armado colombiano tuviera que soportar el sonido de la armas que rodeaban su casa para comenzar su nuevo proyecto de vida: convertirse en diseñadora de modas sosteniendo a su familia.



Una máquina de coser, algunos retazos de tela y el impulso por crear su propio vestuario hicieron que Cléiner Cabadías, una joven chocoana víctima del conflicto armado colombiano tuviera que soportar el sonido de la armas que rodeaban su casa para comenzar su nuevo proyecto de vida: convertirse en diseñadora de modas sosteniendo a su familia.

"Desde los 13 años empecé a ayudar a mi madre en la confección, a los 15 empecé a cortar y a hacer cosas para mis compañeras de colegio (...) mis primeros diseños fueron haciendo arreglos y después seguí haciendo blusas para mí, tops, shorts", dice Cléiner.

Junto con sus padres y sus siete hermanos, Cléiner abandonó la finca y la casa de Mesopotamia, un corregimiento de Bojayá ubicado a unas 18 horas selva adentro para llegar a Quibdó, lo más cercano a una metrópoli.

"Fue muy triste en ese tiempo dejar todo lo que nuestros padres habían conseguido con tanto sacrificio y de la noche a la mañana salir solamente con lo que se tiene puesto".



Pero había algo en medio de ese momento que se convertiría en la herramienta perfecta para empezar su nueva vida.

"La máquina de coser fue lo primero que mi mamá echó en la canoa porque ella decía que esa máquina nos iba a ayudar y a sacar adelante", reitera la diseñadora.

Una joven que a los 13 años emprendió el camino de la moda y que gracias a su talento y esfuerzo por construir grandes diseños, la tienen a pocos pasos de exhibir sus ideas creativas en la pasarela de Milán, en Italia.

"Tenemos proyectos de ir a Milán, mostrar una pasarela allá de las artesanías de los Embera, vamos a ir, es una idea muy bonita que nos tiene felices", añadió.

A pocos meses de cumplir el sueño italiano, Cléiner cuenta con una micro empresa en Quibdó y sabe que compartirá la experiencia de los diseños que se viajaron desde Bojayá hasta las grandes pasarelas italianas.