Tiene casi 50 años y se gastó $9.000 millones para verse de 20 ¿Sirvió la inversión?

Para muchas personas en el mundo el tema del envejecimiento es un dolor de cabeza debido a que se niegan a que su apariencia física cambie como lo es natural y prefieren llevar su aspecto físico a un sinnúmero de cirugías y de tratamientos estéticos. 

Bryan Johnson, de 45 años, que no sólo quiere sentir que tiene 18 años, sino que quiere que su cuerpo se vea como si tuviera 18 años. De igual manera, ha llevado a su organismo a varios tratamientos para que este con el pasar de los años no se enferme. 

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Según lo ha revelado durante una entrevista, Johnson ha llegado a donde 30 profesionales de la salud y ha gastado más de 2 millones de dólares ($9.174.000.000 pesos colombianos) en el seguimiento de todos sus niveles de salud y bienestar, todo ello con el objetivo de "tener el cerebro, el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, los tendones, los dientes, la piel, el pelo, la vejiga, el pene y el recto de una persona de 18 años".

El hombre ahora es bautizado como Proyecto Blueprint ya que es el último intento de científicos y aficionados por averiguar cómo revertir el envejecimiento y curar la muerte. 

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Johnson realiza una dieta vegana de 1.977 calorías diarias, una rutina de ejercicios muy exigente y una rutina de sueño constante. Pero también hace un seguimiento implacable de su cuerpo mediante resonancias magnéticas, ecografías y medidas más invasivas como análisis de sangre y colonoscopias.

Asimismo, toma dos docenas de suplementos y medicamentos cada día y modifica su cuerpo a base de controlar y analizar todo, desde su grasa corporal, glucosa en sangre e intestinos hasta sus erecciones nocturnas. Se aplica cremas, se somete a terapia láser y emplea pulsos electromagnéticos.

Por su parte,  los médicos dicen que el multimillonario empresario rebajó su edad biológica al menos cinco años, incluso con la capacidad pulmonar de un joven de 18 años.

"Lo que hago puede sonar extremo, pero intento demostrar que la autolesión y la decadencia no son inevitables".