Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Representación de la discusión por el Florero de Llorente en 1810
Free Commons

A todos los colombianos de chiquitos, lo primero que nos enseñaron de historia patria, fue que el 20 de julio de 1810 nos independizamos del Reino de España luego de una trifulca por un florero de propiedad de un español de apellido Llorente, quien groseramente y con desprecio se negó a prestarlo a los criollos, para una comida en homenaje al comisario Real,  Antonio Villavicencio, otro criollo que venía de Quito.

Todo estaba fríamente calculado, el día anterior un grupo de conspiradores, entre ellos Francisco José de Caldas, José Acevedo y Gómez, Francisco de Morales Fernández, Antonio Morales,  José María Carbonell, Joaquín Gómez,  entre otros prestantes ciudadanos, fraguaron un complot a sabiendas que el español José González Llorente, quien era dueño de la tienda más prestigiosa en el centro de la pequeña ciudad de Santafé, se negaría a prestar el florero.

El señuelo fue Luis de Rubio, quien llegó al negocio situado en lo que hoy es la esquina de carrera séptima con calle once, a un costado de la catedral, y pidió el favor de préstamo  de la valiosa pieza para engalanar la mesa del ilustre visitante. Cuando el chapetón dijo en forma despectiva que no le daba la gana, los ánimos se caldearon y se armó la reyerta, así comenzó la revuelta que dio paso al famoso grito de independencia de 1810.

¿ Pero  quienes fueron esos próceres criollos que alborotaron el avispero ?  - Eran en su mayoría hijos de españoles, algunos con cargos  en el gobierno, otros hacendados con buenas tierras,  comerciantes  que vendían mercaderías importadas, académicos  e intelectuales que habían tenido el privilegio de estudiar en los mejores colegios y las pocas universidades que existían en la Nueva Granada y otros que incluso se formaron en claustros europeos.

Estos privilegiados criollos en el fondo reclamaban más participación en el gobierno, y los poderes públicos, autonomía para tomar sus propias decisiones en las rentas y en las propiedades, que en gran parte estaban en manos de los españoles que representaban  al Rey Fernando Séptimo , quien había abdicado  tras ser puesto preso por Napoleón. La invasión de los franceses a España cambió todo el panorama en América, lo que obligó a que as colonias españolas organizaran juntas de gobierno local para resistir al invasor.

Sin embargo en Santafé,  el Virrey Amar y Borbón se había negado a instaurar la junta de gobierno en la Nueva Granada, lo que motivó a los criollos a organizar el complot para derrocarlo y quedarse con los poderes locales.  

En esa conspiración no hubo indígenas, negros, ni pobres, pero si fueron utilizados para originar el desorden y causar el caos. Con el paso de los años los próceres de la Independencia asumieron todos los poderes, los privilegios, hicieron las leyes, y se juntaron para repartir la burocracia y el ponqué.

Ese fue el comienzo de la patria boba, como lo dijo unos años después sarcásticamente el prócer Antonio Nariño al condenar  las luchas internas entre federalistas y centralistas, que luego se llamaron  liberales y conservadores y que ahora se dividen entre izquierdas y derechas.

Así, hace  212 años, comenzó en firme la división social y política en la Gran Colombia que hoy como en los tiempos de la Colonia,  sigue siendo una patria boba, con los más altos índices de desigualdad, violencia, asesinatos, miseria y corrupción.

Los  invitamos a escuchar a continuación en el Podcast Croniqueando con Jairo Tarazona,  el episodio de esta semana:   20 de julio de 1810, el  florero de  Llorente,  ¿ 212 años de patria boba  y corrupción ?

 

Fuente

Sistema Integrado de Información

Encuentre más contenidos

Fin del contenido.