770 miembros de las Fuerzas Militares han sido víctimas de minas antipersona, tras el Acuerdo de Paz

La Corporación MilVíctimas expresó su preocupación por la continuación del empleo sistemático de las minas antipersonas como política de los grupos armados ilegales, vulnerando  los Derechos Humanos e infringiendo el DIH. 

Al cumplirse  cinco años de la firma del acuerdo de paz  con las Farc, las disidencias de las Farc, el ELN y otras organizaciones ilegales continúan con esas tácticas de guerra que representan un grave riesgo para los integrantes de  la Fuerza Pública  y para las personas y bienes protegidos por la normativa humanitaria. 

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MilVíctimas consideró que la flagrante infracción al Derecho Internacional Humanitario posterior a la firma de los acuerdos, ha sido un hecho recurrente, que se evidencia en los 772 militares víctimas del uso de artefactos explosivos improvisados desde el 2016. 

A la fecha se tiene un saldo de 107 uniformados asesinados en estos hechos, por parte de dichas organizaciones armadas al margen de la ley. 

" Se está a la espera de la apertura del  Macro caso en la JEP y que se priorice esta modalidad de violencia", señaló. 

Consideró que el reconocimiento y la participación de las víctimas de minas en la Justicia Transicional es  MilVíctimas un paso pendiente en el camino de reconciliación y reparación de la sociedad colombiana. 

Roberto Márquez, una de las víctimas de las minas antipersonas, quién sufrió la amputación  de una de sus extremidades  por acción de una mina en el Cesar, hizo un llamado para que la JEP no los excluya de dicho proceso. 

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“Las víctimas de minas tenemos derechos también, nos han excluido, deben reconocer que también somos personas, salimos de casa con un futuro y en manos del conflicto perdimos casi todo”, manifestó. 

La Corporación exhortó a los países garantes de la implementación de los acuerdos para que rechacen y definan acciones de respaldo a las personas militares y policías víctimas, quienes antes y posterior a la firma de los acuerdos, continúan siendo los principales blancos de ataques indiscriminados por grupos armados organizados.