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Acuerdos incumplidos en Guatemala y el temor de que se incumplan en Colombia

María Raquel Vásquez / foto RCN Radio


Por Carlos Brand

María Raquel Vásquez, lider de la red de mujeres campesinas en Centro América y víctima del conflicto de Guatemala, cuenta su historia de vida. Advierte que los acuerdos de paz de su país se han incumplido en lo relacionado con las tierras campesinas y teme que lo mismo pueda pasar en Colombia.


El soldado agradeció por la comida que la familia de María acababa de servirle, preguntó de qué parte de Guatemala eran y al saber que venían del oriente del país, su mismo lugar de origen, sintió la complicidad de un buen vecino y les dijo que volverían para matarlos.


"Uno de los soldados que llegó a comer a la casa le preguntó a mi mamá de dónde era y mi mamá le dijo que éramos originarios de Chiquimula, del oriente del país, entonces el soldado nos dice -Mire, qué coincidencia, yo también soy de allá, yo solo les digo que si ustedes pueden salir, salgan, porque la próxima vez venimos con la orden de matar y asesinar a todos-", relató Raquel.


Pero muy poco podía saber a los 9 años lo que venía ocurriendo hace 20. Su papá y su mamá eran campesinos trabajadores que seguramente atravesaron el país cuatro años antes, en 1976, para tener una mejor vida con la bonanza del petroleo.


Raquel cuenta una tras otra sus vivencias de niña, sin caer en cuenta que todas tenían siempre tres cosas en común: el agua, los soldados y la cercanía de la muerte. Por ejemplo aquella vez en que se estaba bañando en una quebrada, ya en el departamento de Petén, cerca de México.


La familia de Raquel salió de su casa apenas pudo luego del anuncio del soldado. María Raquel Vásquez, de apellido español pero ascendencia maya, originaria de Camotán, departamento de Chiquimula, sufrió en 1980 su tragedia, por la llamada Tierra Arrasada, un evento de despojo constante que se convirtió en política pública durante los años de conflicto en Guatemala.


A los 9 años, Raquel ya era exiliada y tardaría 14 años en regresar a su país, para recuperar lo perdido. Su trabajo para devolver la tierra al pueblo tomó forma cuando en 1996 se firmaron los acuerdos de paz en Guatemala.


Esta líder de marras, vestida con una blusa blanca adornada con flores diminutas tejidas en su pecho, acompañó la publicación del informe de Oxfam sobre la inequidad de la propiedad de la tierra en Latinoamérica, en el cual Colombia se lleva los números más pesimistas.


El asunto de la propiedad de la tierra es la pepa de los conflictos de los países del cono sur. Raquel se proyecta en el tiempo, como volviendo al pasado, porque 20 años después de los acuerdos de su país, las promesas fueron incumplidas.


Desde la recóndita y olvidada Latinoamérica rural, María Raquel Vásquez, le hace un llamado a Colombia para ser insistentes, para no bajar la guardia, para que los cambios para los campesinos en los acuerdos de paz no se queden en el papel y se pongan sobre la tierra.