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Alias Pablito logró reorganizar militarmente al ELN, señala informe del Cerac

Foto AFP



El comportamiento en la continuidad de hechos violentos como forma de manifestación en varias regiones del país, será una de las dificultades que estarán presentes en el proceso para buscar la paz con el ELN.

Así se infiere de un informe publicado por el Centro de Estudios y Recursos para el Análisis del Conflicto Armado (Cerac), en el que se asegura que esta agrupación incrementó sus acciones en contra de la fuerza pública con ataques e incursiones violentas tras un periodo en el que aparentemente disminuyó a cero el número de hechos en los que fue protagonista.

Esta situación, a pesar de los resultados en el número de muertes y víctimas, no generó un impacto militar considerable y además redujo el espacio político que había ganado esta guerrilla en medio del aparente cese de actividades.

El Cerac señala que tras el rompimiento de los diálogos exploratorios con el gobierno de Álvaro Uribe, el ELN tuvo un incremento de acciones violentas que terminó en un periodo entre 2009 y 2010 en el que prácticamente no se presentaron incursiones protagonizadas por esta guerrilla.

Se destaca entonces que la aparición de Gustavo Giraldo, conocido con el alias de Pablito y quien, luego de ser uno de los encargados del área militar de esta guerrilla se convirtiera en miembro del denominado Comando Central (COCE), el ELN mostró una reorganización militar y económica a partir de acciones como el secuestro, la extorsión, la minería ilegal, el contrabando y el narcotráfico.

Este nuevo panorama para el ELN mostró también un aumento en las incursiones y los ataques entre los años 2012 y 2013, con mayor incidencia a mediados de 2014. Se destaca si, que esta guerrilla mantuvo un accionar marginal durante las fases de diálogo con las Farc y en el periodo de los diálogos exploratorios que antecedieron la fase pública, recientemente anunciada.

La actividad de la Fuerza Pública

En su informe, el Cerac destaca que también se ha incrementado de manera sostenida y acelerada la estrategia de la fuerza pública contra el ELN, encontrando que tan solo en el 2015 se presentaron niveles de acciones cuatro veces más altos que el promedio anual entre 2006 y 2011.

El número de combates entre esta guerrilla y el Ejército se ha mantenido en un bajo número pues lo que ha intentado el grupo ilegal es no exponerse a una confrontación abierta. Su accionar se ha caracterizado por ataques contra la infraestructura petrolera y presencia en zonas aisladas y de difícil acceso.

Se encuentra que pese al escalamiento armado, no ha logrado consolidar una presencia nacional con actividades simultáneas ni generar una consolidación en regiones extensas demostrando poca capacidad que terminaron focalizando su presencia y dominio. Esto como consecuencia de la ofensiva y respuesta de la fuerza pública que ha logrado contener la intención de los guerrilleras.

Regiones que como Chocó, Cauca y Nariño han significado la iniciativa de expansión en la presencia de la guerrilla tratando de copar los espacios que ha cedido las Farc en medio del cese unilateral decretado por este grupo.

Algunas acciones en Caquetá, Cundinamarca, Meta y Sucre, también han proyectado la presencia del ELN en otras regiones distintas a las que históricamente ha tenido su presencia.

Santander y Tolima presentaron disminuciones en el accionar del ELN hasta en un 80 por ciento entre 2006 y 2011. En La Guajira, sólo se reportaron 3 eventos este período, evidenciando una pérdida casi completa en la capacidad operativa del Frente Norte en la Costa Caribe.

Destaca finalmente el informe del Cerac que en Nariño y Risaralda, esta última zona estratégica para el ELN en el occidente del país, el frente occidental redujo casi a cero su actividad violenta estos años.